Viajar para correr: consejos para los runners que compiten en otra ciudad o país

Ya sean en destinos de cabotaje o en la otra punta del mundo, los corredores nunca deben olvidar algunos detalles importantes antes de la competencia

Los runners empiezan corriendo en su barrio, en su plaza, en su parque más cercano. Luego empiezan a anotarse en carreras y algunas están en otros barrios. Pero ahí no se detiene, porque al buscar nuevas competencias empiezan los viajes. Pueden ser a otras provincias u otros países. En algunos casos son los países limítrofes, en otros están en la antípodas del lugar donde vivimos.

Dentro de las posibilidades económicas, familiares y laborales de cada atleta, las carreras y los viajes van de la mano. Correr y viajar, no hay nada mejor para los runners. Es importante recordar que viajar altera la rutina y por eso hay que estar atentos a esa alteración. Desde lo más simple a lo más complejo, alguien que viaja sabe que debe estar atento, pero alguien que viaja para correr lo debe estar aún más. La alimentación, la hidratación, el descanso, todas cosas que un viaje puede alterar.

Si el viaje es largo y aún lugar aislado de cualquier centro urbano grande, el corredor debe saber que debe llevar desde su hogar absolutamente todas las cosas necesarias para la carrera. No se puede dejar librado al azar este aspecto ni ningún otro. Esto suele ocurrir sobre todo en las carreras de trail. Aunque vayamos a una carrera relativamente cercana, si se trata de alejarse de las grandes ciudades, todo se debe llevar de antemano. No arriesgarse ni esperar que otros corredores proporcionen aquello que nos olvidamos.

– Equipo e indumentaria

Antes de emprender el viaje, ya sea en avión, auto o micro, hay que hacer un repaso de todo. Lo más importante es la indumentaria con la que vamos a competir. Si es trail, son muchas más cosas, pero sí es calle también hay que revisar que no falte nada. La ropa es lo obvio, pero hay que sumar los geles, la vaselina, el reloj que se va a usar ya cargado y si es posible un cargador extra.

Debemo considerar alternativas de ropa para frío o calor, nunca se sabe que pasará el día de la carrera, más allá del pronóstico. Todo lo que sea para competir, se lleva siempre encima. Si es un avión, nada de lo irremplazable va en bodega. Aunque sea en un pequeño bolso se lleva encima las zapatillas, pantalón o calza y remera. Los equipajes a veces se pierden, no se puede estrenar un equipo completo antes de la carrera, sin contar el riesgo de ni siquiera poder reemplazarlo.

Nunca probar nuevas comidas en un viaje antes de una competencia, optar por opciones livianas, saludables y conocidas (Getty Images)

– Alimentación e hidratación

Pensar en la duración del viaje para estudiar qué comer y qué beber. Tener agua a mano siempre, tener comidas livianas o más importantes según el lugar y la distancia. Un viaje en micro a veces es igual de largo que uno de avión, pero sin servicio a bordo. Agua siempre, bien calculada. Una botella propia que se pueda llenar cuantas veces se necesite.

Descansar antes de emprender el viaje, intentar relajarse y viajar tranquilo. Si el trayecto se hace manejando el descanso es menor, pero a la vez se pueden llevar más cosas para el trayecto.

– Enchufes y logística

No solo es una cuestión de ropa y comida. Los viajes implican a su vez diferentes enchufes, horarios, costumbres e incluso idiomas. Dentro de un mismo país, como Argentina, hay dos tipos de enchufes posibles en los hoteles. Llevar un adaptador universal y una zapatilla para cargar varias cosas al mismo tiempo. Si dos o tres corredores viajan juntos y comparten alojamiento, la zapatilla es fundamental.

Si hay algo muy particular que alguien necesite, no importa qué y no se consigue fácil en otra ciudad, hay que sumarlo también al equipaje.

Viajar en grupo suele traer más problemas de logística pero también ayuda a que los problemas se resuelvan de forma más sencilla y menos estresante. Pero el método de base será siempre el mismo. Empacar cada uno sus propias cosas. Hacer una lista para que no falte absolutamente nada.

No separarse jamás de la ropa con la que uno corre hasta llegar a destino. Hecho todo esto ya se puede empezar a disfrutar de la cosa más linda que existe, viajar y correr, correr y viajar.

*Santiago García es maratonista, autor del libro “Correr para vivir, vivir para correr” y “Volver a correr”. Completó la Six World Marathon Majors dos veces. En Instagram: @sangarciacorre.

Fuente: Infobae

Diario Mendoza Sur

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