Día Mundial de la Hipoacusia

La pesquisa neonatal permite detectar problemas de Hipoacusia, anticipa el diagnóstico y permite el tratamiento oportuno a fin de que los niños alcancen una mejor calidad de vida.

Cada 3 de marzo se celebra el Día Mundial de la Audición, el hospital Notti y el Servicio de Servicio de Otorrinolaringología (ORL) se suman, con el objetivo de crear conciencia sobre la pérdida auditiva promoviendo el cuidado del oído y la audición.

Mendoza cuenta con el Programa Provincial de Detección e Intervención en Hipoacusias Infantiles, implementado por la Dirección de Maternidad e Infancia. La iniciativa busca garantizar el derecho de todo recién nacido a que se le estudie su capacidad auditiva y se brinde tratamiento en forma oportuna. Es por esta razón que el diagnóstico de pérdida de la audición debe realizarse durante los primeros días de vida, brindando al niño la oportunidad de desarrollarse plenamente.

Los hospitales Lagomaggiore y el Schestakow que tienen maternidades, trabajan como centros de diagnóstico y confirmación de la pérdida auditiva y si es necesario son derivados al hospital Notti, el cual posee la mayor complejidad a fin de realizar el estudio no sólo de la valoración del umbral auditivo de forma fehaciente, es decir que permita confirmar que ese niño padece una pérdida de audición, si no de la búsqueda de la causa de la hipoacusia mediante la interacción de múltiples especialidades, especialmente genética y la realización de estudios moleculares. Y por último la selección del equipamiento audio protésico adecuado para la pérdida de audición, como son los audífonos, implantes auditivos de conducción ósea e implantes cocleares.

“Muchas veces la pesquisa auditiva no termina hasta después de los 3 años porque hay perdidas de audición que pueden aparecer posterior al nacimiento y lo que se busca con esta evaluación es que los niños se pesquisen en forma temprana para un desarrollo adecuado del lenguaje el cual es adquirido a través de la audición”, comentó el Mario Chiaraviglio, jefe del Servicio de ORL.

¿Qué es la audición?

La audición es la percepción de las ondas sonoras, que primero pasan por la oreja para luego llegar a los conductos auditivos externos y chocar con el tímpano, que vibra con ellas, estimulando la células sensoriales de la audición, lo cual nos ayuda a percibir todos los sonidos del ambiente, entre ellos el más importante el lenguaje, que nos permite comunicarnos.

El Servicio de Otorrinolaringología (ORL) del Notti atiende anualmente alrededor de 800 niños que son diagnosticados y se encuentran en seguimiento con pérdida de la audición o hipoacusia.

Actualmente el Notti es el único nosocomio que cuenta con los profesionales y la aparatología necesaria para realizar procesos que van desde la detección y confirmación de la pérdida auditiva, la valoración de la etiología que implica el estudio de la biología molecular (incluyendo las mutaciones de la pérdida de audición), la estimulación temprana del niño, la valoración del umbral auditivo y del desarrollo del lenguaje. Y desde hace aproximadamente dos años en este nosocomio funciona un banco de audífonos para equipar de forma temprana a todos los niños que no tengan ningún tipo de cobertura en salud. En caso de necesitar algún tipo de dispositivo de ayuda más compleja que un audífono, como pueden ser los implantes cocleares o los implantes de conducción ósea, se realiza la valoración, selección, colocación mediante cirugía y calibración de los mismos.

Un síntoma tardío de una afección auditiva puede ser el retraso en el lenguaje.

Dentro de las causas o etiologías de la pérdida de audición entre un 60 o 70% son genéticas. De ese pull de causas genéticas, la mayoría, se dan por un mecanismo de trasmisión recesivo, es decir que en la familia lo más frecuente es que no tengan antecedentes de pérdida de audición. Que no sucede lo mismo con los mecanismos de trasmisión dominante que si tienen antecedentes familiares y en general son de aparición tardía y se ven en la adultez.

El profesional comentó que “muchas patologías, atendidas en el servicio, son adquiridas y prevenibles. Algunas enfermedades en los recién nacidos prematuros como ser la meningitis, la hiperbilirubinemea o la hipoxia pueden causar perdida de la audición. Para que esto no suceda muchos son los factores que se deben tener en cuenta los controles maternos y la vigilancia del embarazo, el cuidado neonatal y el calendario de vacunación que debe llevar adelante. Y en aquellos niños que tienen factores de riesgo que favorezcan la aparición de una hipoacusia el seguimiento debe riguroso”.

El resultado de la colocación de los implantes coleares depende de muchos factores, siendo el principal la detección temprana, cuanto menos tiempo de privación sensorial tenga el niño mejor pronóstico va a tener. Luego hay otros factores que tiene que ver con la etiología, una malformación o se asocia a otros cofactores sobre todo neurológicos.

Como habíamos hablado anteriormente hay pérdidas de audición genética o hereditarias que se dan por causas sindrómicas, es decir la pérdida de audición no es pura sino que están asociadas a una patología, como puede ser el Síndrome de Down. “Lo que sucede con estas patologías sindrómicas, que son las menos frecuentes, es que cuando es diagnosticada el médico tratante deriva al niño al servicio de ORL para que se valore la audición como parte de ese síndrome y el resultado y la evolución depende de con que se asocia la perdida de la audición”.

El servicio también atiende niños que por alguna razón no se les ha detectado la pérdida de audición y eso comienza a notarse en el ingreso escolar. Cuando aparecen estos niños, de forma tardía, el motivo más frecuente de consulta es el retardo del lenguaje lo cual se puede prevenir con los seguimientos del niño sano, ya que no solo se realiza la valoración del desarrollo motriz, del crecimiento físico, cognitivo, afectivo y social, sino también del lenguaje.

Finalmente el Chiaraviglio expresó: “En los últimos años los jóvenes han comenzado a consultar por lo general por zumbidos o molestias de ruidos fuertes, esto muchas veces se debe a la exposición de ruidos fuertes o al uso de auriculares. Esa pérdida de audición llamada trauma acústico o hipoacusia inducido por el ruido, es una afección de las frecuencias agudas. Lo más probable es que cuando se realiza la valoración del umbral auditivo con una audiometría ahí se observa o detecta que ya tiene su hipoacusia la cual cuando se produce es irreversible y progresiva, si sigue con la exposición al ruido”.

Diario Mendoza Sur

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