Desde el Gobierno subrayaron que la educación sexual es un derecho de niños y adolescentes

En el marco de un ciclo de charlas, en la Legislatura de Mendoza,  relacionado con la salud integral y de género el titular de la Dirección de Orientación y Apoyo Interdisciplinario a las trayectorias Escolares (DOAITE), Miguel Conocente, comunicó que la tarea que realizan desde la institución que dirige requiere de estos encuentros y destacó la importancia de la discusión y de intercambio de opiniones.

El funcionario explicó en este sentido que la educación sexual integral es un derecho de chicos y chicas de todas las escuelas del país, en sus tres niveles: inicial, primaria, secundaria, sean privadas o estatales, confesionales o laicas.

“El objetivo es promover una educación para una sexualidad responsable desde una perspectiva de género, donde se incluyan aspectos de la diversidad sexual”, remarcó.   

Añadió que “esto contempla la prevención de problemas de salud (sexual y reproductiva), el uso de métodos anticonceptivos, temas sobre la identidad de género, orientación sexual e igualdad de trato y oportunidades para las mujeres”.

El director de la DOAITE sostuvo que en Mendoza se están replanteando aspectos de la Ley nacional 26150 que, a partir de su sanción en 2006, crea el Programa de Educación Sexual Integral para su implementación.

Estos planteos están centrados en dos aspectos fundamentales: la discusión por la legalización del aborto que contempla que en las escuelas se brinde educación sexual integral para no tener que llegar a la instancia de un aborto; y la modificación del artículo 5 para que se incluya a los alumnos de las escuelas religiosas dentro de la normativa vigente.

Con respecto al último punto, Conocente advirtió que en los colegios privados y de orientación religiosa de la provincia no se enseña educación sexual y que toman para ello un artículo de la ley que habla sobre “las convicciones” de los miembros de la escuela. El último párrafo del artículo 5 es tomado por los sectores más conservadores de la Iglesia para desvirtuar el programa de educación sexual integral.

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