Caso Nélida Villar: huellas de zapatilla de mujer en la escena del crimen
Un ex efectivo de la Policía Científica que participó del peritaje en el lugar donde fue encontrado el cuerpo sin vida de Nélida Villar (mayo de 2013), dijo ante el tribunal que cuando llegó al sitio -cerro San Ceferino de Malargüe- todo estaba «bastante contaminado», ya que habían arribado muchos autos de la policía y otros vehículos de particulares que estaban participando de la búsqueda.
No obstante, remarcó que en inmediaciones del cuerpo pudo detectar huellas de la bicicleta de la víctima y rastros de calzado. Respecto de lo último, subrayó que «por el modelo de zapatilla y la extensión de la huella, pudimos determinar que se trataba de un modelo femenino, número 38 aproximadamente. Descartamos que se tratara del calzado de Vázquez, porque éste lo superaba por varios números».
No es un dato menor lo del calzado, teniendo en cuenta que entre los acusados hay una mujer -Lucía Carrasco- esposa de Abel Vázquez, también imputado por el homicidio de la joven.
Respecto del ataque, el profesional señaló: «De acuerdo a las lesiones que presentaba el cuerpo, las características de las heridas que le provocaron la muerte, manejamos dos hipótesis: la víctima pudo ser atacada por una o dos personas. Entre las primeras lesiones vitales, que denotan que hubo un intento de escape y señales de defensa o lucha, y las heridas que le provocan la muerte, no deben haber pasado más de 4 o 5 minutos. Fueron tres heridas de arma blanca, la tercera de ellas es la que ingresa por la quinta costilla, afecta el pulmón y la aurícula derecha del corazón y le causa la muerte».
Es necesario recordar que en el banquillo están sentados Abel Vázquez y Lucía Carrasco (son pareja). El masculino enfrenta el proceso bajo el encuadre de homicidio agravado por el vínculo y por mediar violencia de género; mientras que mujer lo hace imputada por homicidio simple u homicidio por emoción violenta. Una de las teorías del caso afirma que Abel Vázquez y Nélida Villar sostenían una relación oculta de larga data, y que Lucía Carrasco los habría encontrado en el cerro San Ceferino, donde se produjo el ataque mortal.
Diario Mendoza Sur