Malargüe: un alumno de la escuela Municipal de Tenis de Mesa adaptado compitió en ATM 250
Se trata de Charly Pugliese, quien padece de Parkinson juvenil y el último fin de semana fue uno de los malargüinos que se inscribió en el campeonato Máster 250, el primero de esta categoría pos-pandemia.
Por primera vez un alumno de la escuela Municipal de Tenis Adaptado compitió en el campeonato ATM250 actividad se llevó a cabo este pasado 25 y 26 de septiembre de 2020
En su debut le tocó enfrentarse a Sánchez (2-6 y 2-6) y en el segundo partido fue ante Cabello (2-6 y 5-7). Tenísticamente hablando, las principales armas de Charly son el saque y el globo. Este último golpe lo utilizó en varias oportunidades complicando a sus rivales y en todo momento, a pesar de su problema de salud les decía a quienes enfrentaba «vos tirame a ganar, que si me queda una a mí, no te voy a perdonar», demostrando en todo momento que puede jugar de igual a igual.
Los resultados finales son anecdóticos, Charly no consiguió ganar un set, aunque estuvo bastante cerca en el último que disputó, ya que pudo mantener su saque durante el comienzo y sus devoluciones le otorgaron varios puntos importantes.
El doctor Federico Espeche, creador del programa municipal Tenis Adaptado en conjunto con ambas Direcciones de Deportes, contó: «El objetivo principal de esta escuela, era que los chicos puedan competir. La idea era poder capacitarlos a ellos para que tengan está oportunidad y con lo que sucedió este fin de semana, estamos muy contentos. Creo que este torneo es revolucionario, fue un golpe al mentón de la sociedad”.
Agregó además, “Le mandé un mensaje a Charly que decía: ‘Lo que hiciste es un trauma irreversible para todos, que te plantes de igual a igual a jugar al tenis en un torneo de categoría abierta. Ahora todos van a tener que abrir los ojos’. Esa es la manera en que las cosas deberían desarrollarse con normalidad, pero históricamente estamos mal acostumbrados a tratar la discapacidad desde el punto de vista de la caridad y no desde la verdadera inclusión. Esta palabra es muy linda para vender, para generar política, pero muy pocos realmente la aplican y si no la pones en práctica, no significa nada. Que los chicos y chicas que tienen una discapacidad, puedan convivir normalmente con cualquiera de nosotros, debería ser lo pasé siempre. No debe ser una mirada de pena ni de lástima, sino igualitaria».
Diario Mendoza Sur