¿Pueden comerse los yogures caducados?

El mundo de la alimentación nos genera múltiples dudas, tanto a nivel de salud como de consumo. Los yogures han sido un producto eternamente condenado a la duda. ¿Pueden comerse los yogures caducados? ¿Es lo mismo comerlos antes que después de sobrepasar la fecha de consumo preferente?

Cabe destacar que, aunque sigamos utilizando el término caducado para referirnos a ellos, los yogures ya no caducan desde el Real Decreto 176/2013, que estableció que estos productos pasaban a tener fecha de consumo preferente. En el resto de Europa, esta normativa viene de antes.

¿Qué pasa si comes un yogur a fecha vencida?

No existe un número fijo de días a partir de los que sea seguro o no consumir el yogur a fecha vencida. Lo que sí sucede es que se suelen perder determinadas propiedades, pero no supone ningún problema para la salud, ya que la naturaleza del yogur es la de un alimento microbiológicamente estable en correctas condiciones de conservación. Al tener un PH muy ácido, es complicado que aparezcan patógenos que produzcan enfermedades, aunque el riesgo cero no existe en microbiología.

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¿Qué propiedades pierde un yogur con la fecha vencida? Puede haber perdido humedad y estar más seco, tener menos sabor o aroma o resultar más ácido, por lo que te resultará más rico y con mejor textura dentro de la fecha estipulada por el fabricante. Mientras que las propiedades nutricionales no varían, los efectos probioticos sí, puesto que la presencia de microorganismos desciende.

Según revela Katherine García, de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) a la web Cuídate Plus, “los estudios de envejecimiento del yogur apuntan a que el producto mantiene sus especificaciones hasta los 35 días desde su fecha de fabricación, siempre y cuando se conserve adecuadamente”.

Cómo detectar si un yogur está malo

Lo peor que puede suceder para consumir un yogur es que exista un error en el sellado del envase o unas condiciones de conservación deficientes como una temperatura demasiado alta, ya que de este modo podrían verse alterados su sabor, aroma y aspecto.

Se recomienda no consumir aquellos yogures que: tengan la tapa perforada, parcialmente abierta, desteñida, humedecida o cuyo envase presente figuras o rotos. En estos casos se podría haber contaminado el producto debido a un mal almacenaje y existiría riesgo de intoxicación. 

Otros síntomas que indican que no deberías ingerir un yogur son encontrar más líquido de lo habitual o una textura extraña -agrietada o grumosa- tras abrir el yogur o percibir un olor o sabor agrio o ácido.

Cuídate Plus

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