Yáñez: «El obispo es un autoritario y los curas le tienen miedo»
A principios de esta semana, desde el Obispado informaron que Monseñor Taussig, en uso de las facultades que le otorga el Derecho Canónico, resolvió imponer a Fernando Miguel Yáñez la dimisión del estado clerical. En simples palabras, le sacó la condición de cura.
El proceso iniciado por la Iglesia Católica al religioso de Monte Comán comenzó a la par de la instrucción en la Justicia Penal sanrafaelina, a raíz de una denuncia por abuso sexual.
Luego de cinco años, la semana pasada fue absuelto, dado que el fiscal no encontró elementos para acusarlo y en consecuencia decidió aplicar el beneficio de la duda.
La noticia lo colmó de optimismo. Sin embargo, la alegría le duró pocos días, ya que el obispo, más allá del fallo judicial, decidió sacarle el estado clerical. El argumento fue que realizaba un ejercicio ilegítimo de la función sacerdotal; también lo acusó de desobediencia.
«Yo sigo siendo sacerdote. Me pueden reducir la condición clerical, pero a mí el sacerdocio no me lo quita nadie. Me sacan la posibilidad de tener parroquia o de dar misa, pero yo tengo la potestad de bendecir y de consagrar», manifestó Yáñez en diálogo con Dial Radio Tv.
Visiblemente ofuscado con la decisión de Taussig, no mezquinó palabras para tildarlo de «autoritario».
«Lo que pasa es que desde un principio quiso obligarme a cerrar el hogar de ancianos y de menores judicializados. Nunca le importaron los niños, ni los mayores. Tampoco las personas que trabajaban allí», añadió.
Sigue sosteniendo que el obispo tomó como referencia una falsa denuncia y «un audio adulterado» para firmar la resolución. Luego subrayó, tal como lo viene haciendo desde que se inició la causa, que todo fue armado por el gobierno de Paco Pérez en represalia a su insistencia por la falta de pago por parte de la Dinaf para que el hogar siguiera funcionando.
Dijo que Monseñor tuvo animosidad porque, según sus palabras, siempre lo enfrentó. «Ocurre que, como yo no viví nunca de la Iglesia, me le planté, por eso actuó así. Hoy los curas no lo pueden hacer porque no tienen otras entradas y si los sacan se mueren de hambre».
«Habla de democracia y es el tipo más autoritario que hay. Los sacerdotes le tienen miedo, están totalmente sometidos y no pueden ni hablar», remató.
