¿Todos los docentes tienen computadora para dar clases?
A partir del mes de abril, un sin número de maestros y maestras de San Rafael se comunicaron con Dial Radio TV para indicar que no sería sencillo dar clases de manera virtual por falta de elementos tecnológicos. La dificultad no era únicamente por los niños, teniendo en cuenta que no todos los docentes tenían, o tienen, una computadora o un teléfono apto para pasar, descargar o buscar datos. También los dirigentes del SUTE remarcaron con fuerza esa realidad.
La pandemia dejó al descubierto que no eran pocas las casas sanrafaelinas donde la tecnología no estaba presente como se creía.
Así fue que las clases a distancia fueron, más allá del esfuerzo de docentes, padres y niños, un gran problema. En algunos casos lo siguen siendo.
La ausencia de internet en los domicilios, el servicio nulo o deficiente por no contar con la infraestructura necesaria y la falta de aparatos en las casas son el cóctel perfecto para que la llamada «virtualidad» sea justamente eso, una fantasía.
Desde que comenzó la cuarentena, fue común escuchar que «no todos los niños tenían computadora». Lo curioso es que pocos fueron los que hablaron de la realidad de los maestros. Como si ellos no fueran parte de la sociedad o descontando que todos tienen una estructura monetaria para tener la computadora más moderna. Lo cierto es que son muchos los docentes que no tienen una.
En algunos colegios, donde la amistad se ejerce a pleno, algunos trabajadores de la educación han prestado aparatos a compañeros que no tenían. Esa es la realidad.
En los próximos días se pondrá en marcha un plan de créditos otorgados por el Banco Nación para la compra de computadoras, que los docentes podrán pagar en 36 cuotas con una tasa de interés del 12 por ciento. Eso podría ser una salida, pero no es la solución.
El Gobierno, como política de Estado, debería comenzar a pensar en un proyecto que apunte a darle una solución al tema. Quizás la pandemia, dentro de todo lo malo, y hablando de educación, deje alguna enseñanza.
Diario Mendoza Sur
