El sanjuanino Garay: de funcionario de Cornejo a jefe de la Suprema Corte
A pesar de sus frases locas, nadie puede negar la habilidad de Alfredo Cornejo para construir poder, o al menos moldear a los que luego se convertirán en poderosos.
En un abrir y cerrar de ojos logró que la Justicia estuviera de su parte. De manera ultra veloz consiguió que cuatro de los siete integrantes de la Suprema Corte de Justicia sean militantes de su causa.
Al histórico Llorente, radical hasta los tuétanos, se le fueron sumando otros soldados de la Lista 3.
El diputado pudo meter allí a tres personas de su entera confianza: Valerio, Garay y la polémica María Teresa Day.
Más allá de lo institucional y de quien pone la firma en las resoluciones, a esta altura del partido resulta más que obvio quien maneja la batuta en Mendoza.
Con la jubilación a las apuradas de Nanclares había que elegir al nuevo presidente del máximo tribunal de nuestra provincia y allí estaba el caudillo para señalar.
Curioso, pero ayer nomás, Dalmiro Garay era ministro de Cornejo.
Oriundo de San Juan, se convirtió en poco tiempo en un perro fiel, de esos que se acarician luego de ir a buscar el palito.
Hoy con el voto únicamente de los supremos «correligionarios» logró convertirse en el titular del organismo encargado de impartir justicia desde las alturas. Por supuesto que la recién llegada, aquella que juró a escondidas de la gente, aportó su voto.
Alfredo quiere otro país y al mejor estilo del riojano ya tiene su «corte» adicta.
Diario Mendoza Sur
