El Gobierno de Cornejo apoyó el protocolo de aborto no punible
Alcanza con que alguien diga esa palabra, independientemente del cargo, para que el escándalo se desate. Sin dudas que en Argentina decir «aborto» es sinónimo de rencillas.
En esta oportunidad, el dilema se desató en la propia estructura partidaria que gobierna el país. Es que la satisfacción del titular de la Secretaría de Salud, Dr. Rodolfo Rubinstein, por el nuevo protocolo para los abortos no punibles, duró apenas unas horas. Sucede que gran parte del Pro comenzó a patalear y Macri decidió anularlo.
La otra pata de Cambiemos es la que está enojada: los radicales, con Ernesto Sanz a la cabeza, salieron en bandada a respaldar al médico.
En el caso de Mendoza, la diputada nacional y ex ministra de Salud, Claudia Najul también manifestó su apoyo a Rubinstein. A ella se sumó la actual titular del Ministerio, Elizabeth Crescitelli. En tal sentido, la funcionaria respaldó a su par nacional al señalar que el protocolo está salvado por lo que dice el Código Penal, además de los reconocimientos de derechos establecidos en el Código Civil.
«Es un tema netamente de salud pública y es un derecho que le asiste a las personas con capacidad de gestar», subrayó la ministra.
Luego recordó que la provincia de Mendoza tiene su propia guía técnica: «El Ejecutivo decidió hace dos años elaborar un documento para poder determinar los pasos a seguir en estos casos».
