Día Internacional de las Montañas
Son esas joyas naturales que caracterizan a Mendoza y, a cada paso, mendocinos y visitantes las tenemos como impactante escenografía. Hoy más que nunca debemos protegerlas, para seguir disfrutando de su belleza.
Las montañas conforman nuestra típica postal y el recurso natural que, desde tiempos remotos, los habitantes de estas tierras aprovecharon, honraron y disfrutaron.
Desde el punto de vista turístico, la recuperación del sector se desarrolla fuertemente en torno a la naturaleza y Mendoza presenta a la montaña como su principal atractivo, con un amplio abanico de propuestas.
Por esto, desde el Gobierno provincial, cada año, adherimos a la conmemoración del Día Internacional de las Montañas y los lemas que Naciones Unidas propone para la sensibilización, con el objetivo de preservar tan importante recurso natural.
La celebración
La Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 11 de diciembre como el Día internacional de las Montañas. Desde 2003 se ha celebrado cada año para sensibilizar sobre la importancia que las montañas tienen para la vida, para destacar las oportunidades y los límites en el desarrollo de las montañas y para construir alianzas que aporten cambios positivos, tanto para los pueblos de la montaña como para los ambientes alrededor del mundo.
Las montañas albergan el 15% de la población mundial y, aproximadamente, la mitad de la reserva de la diversidad biológica del mundo. Además, suministran agua dulce para más de la mitad de la humanidad. Su conservación resulta clave.
Sin embargo, se encuentran fuertemente amenazadas por el cambio climático y la sobreexplotación. A medida que los glaciares de montaña se derriten, los habitantes de las alturas —entre los más pobres del mundo— afrontan mayores dificultades para sobrevivir a causa de los desastres naturales.
El turismo sostenible en las montañas puede contribuir a crear opciones de medios de subsistencia adicionales y sostenibles y a promover la mitigación de la pobreza y la inclusión social, además de la conservación del paisaje y la diversidad biológica. Es una forma de preservar el patrimonio natural, cultural y espiritual, a fin de promover la artesanía y los productos de alto valor de la localidad, además de celebrar muchas prácticas tradicionales.
Precordillera y Alta Montaña
Las montañas de Mendoza contrastan con los paisajes rurales y oasis transformados por la labor de nuestros antepasados, que transitaron por estos suelos. La cordillera de los Andes presenta grandes picos cubiertos de nieve, entre ellos el cerro Aconcagua, y zigzagueantes ríos como el Mendoza, el Atuel y el Diamante, entre otros.
Como marco excepcional, la montaña muestra su mejor rostro turístico en parajes como Cacheuta; el Valle de Potrerillos, al pie del Cordón del Plata; Uspallata; Puente del Inca; el Parque Provincial Aconcagua; Las Cuevas, entre otros sitios que se extienden de norte a sur, a lo largo de nuestro sistema montañoso.
Mendoza ofrece diversas y variadas opciones para disfrutar de la montaña, desde caminatas y safaris fotográficos, hasta escalada, rafting, cabalgatas y estadías en glamping con impactantes vistas.
Un plan estratégico para nuestra montaña
Desde hace varios años, nuestra provincia viene trabajando para preservar nuestros recursos naturales. Mendoza se suma a la celebración del Día Internacional de las Montañas con el orgullo de saber que nuestro Plan Estratégico de Alta Montaña (PEAM) es uno de los ejemplos que integran la nueva publicación de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) y la OMT (Organización Mundial del Turismo): “Turismo de montaña: hacia un camino más sostenible”.
Nuestro Plan Estratégico de Alta Montaña apunta a la necesidad de ser prospectivos y proponer las transformaciones que el hoy requiere, situados en el futuro soñado.
Ha sido un estudio tan claro, simple y concreto, que raya el límite de la deconstrucción de las ideas sobre las que basamos nuestra organización social, política y económica. Es decir, requiere un gran esfuerzo de superación de los límites autoimpuestos; requiere inteligencia organizacional y emocional.
Los momentos actuales nos obligan a cambiar paradigmas, sobreponernos al entendimiento racional y actuar con una mirada holística. Desde los comienzos de la vida sobre la tierra, todo cambia, nosotros también cambiamos. El cambio es la posibilidad de encontrar una luz a través del muro, construir una puerta y caminar hacia el futuro.
Diario Mendoza Sur
