La fuerte caída de Luis Petri
De ser la gran estrella del radicalismo mendocino a quedarse con las manos vacías. La gloria le duró apenas cuatro meses.
Luis Petri, de él se trata, fue la sorpresa en las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias de Mendoza celebradas en junio. Allí se midió en la interna de Cambia Mendoza con Alfredo Cornejo y obtuvo un significativo caudal de votos. Fue tan buena su elección que en un momento el electo gobernador de la provincia tuvo temor de quedarse afuera de carrera.
Terminaron las PASO y Cornejo fue corriendo a buscarlo. Sabía que sin la ayuda de Petri se quedaba a mitad de camino. A tal punto fue la desesperación del mandamás que lo incluyó en todos los afiches de campaña para las generales de septiembre.
Petri era la estrella y camina sacando pecho. Con picardía sabía que Cornejo lo necesitaba para ganar. Los flashes se apoderaron de él y de un día para otro se convirtió en precandidato a vicepresidente acompañando a Patricia Bullrich.
Integrar la fórmula que destronó a Horacio Rodríguez Larreta de Juntos por el Cambio lo llevó a un lugar que jamás imaginó. Todo era placer en la vida de Petri. El presente la sonreía. Era tanta la confianza del novio de la periodista de TELEFE que no creía en las encuestas y estaba más que convencido que entraban al balotaje.
De pronto, la noche. Poco más de 20 puntos en la general y el llanto lo atrapó. Arriba del escenario, el pasado domingo, no podía contener las lágrimas. Cuatro meses de gloria para quedarse sin nada. Ahora, su única esperanza es que Cornejo le tire un salvavidas. ¿Algún ministerio en Mendoza quizás?.
Diario Mendoza Sur
