Lucía Carrasco tuvo trastornos de conducta cuando era adolescente

Se conoció el perfil psicológico de la mujer que está acusada del crimen de Nélida Villar, ocurrido en mayo de 2013 en el departamento de Malargüe.

Se trata de Lucía Carrasco, quien está sentada en el banquillo junto a su marido Abel Vázquez, el sujeto que  mantenía una relación sentimental con la víctima.

La Fiscalía presentó ante el tribunal una copia de la historia clínica de la mujer. En ella, se señala que, de acuerdo a su madre, Lucía presentaba reacciones extrañas, incongruentes con un trastorno de conducta que desembocó en una consulta psiquiátrica en la que le colocaron diazepam (un medicamento tranquilizante), cuando la imputada tenía 15 años.

Luego, un profesional de la salud mental que la atendió después del homicidio de Nélida, señaló que  «su estado emocional era completamente normal. No había en ellas signos de que pudiera haberse desbordado anímicamente. No presentaba una reacción desmedida respecto a los hechos sobre los que dijo haberse enterado un día después».

Este médico también mantuvo una entrevista con Abel Vázquez, indicando que «presenta cierta superficialidad ante el compromiso afectivo. No tiene el sentido de culpa desarrollado, dijo tener varias amantes y no sentirse avergonzado o responsable de la situación de engaño». Lo describió como «impulsivo e inmaduro».

Diario Mendoza Sur

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