Por qué los niños no deben utilizar cosméticos: los riesgos que implican para su salud

Dos expertas advirtieron que los estudios científicos indican sobre los riesgos de productos antiedad y de belleza usados en niños, ya que puede incidir en de salud y desarrollo.

Tienen entre 9 y 13 años y ya conocen las tiendas Sephora como la palma de su mano. Bajo el liderazgo de influencers adolescentes como la estadounidense North West Kardashian, buscan su felicidad en un bote de crema anti-envejecimiento o en el hueco de un pincel de rímel de pestañas XXL.

Los medios de comunicación han aprovechado este fenómeno y los temas relacionados con el hashtag que le dio origen, #Sephorakids, se están multiplicando. Pero esta popularidad no hace que estas prácticas sean menos problemáticas. De hecho, sea cual sea la marca que los venda, los cosméticos no son adecuados para un público tan joven. La literatura científica también enumera una serie de accidentes relacionados con el uso de productos inadecuados o utilizados incorrectamente .

Productos que no son aptos para niños.

El uso de maquillaje se remonta a los tiempos más antiguos y, históricamente, según las épocas y los lugares, puede afectar tanto a niños pequeños como a adultos. Este es particularmente el caso del kohl, que se aplica a los bebés para garantizar, o al menos eso se pensaba, una buena salud ocular (un trabajo ha revelado que esta práctica generalizada puede ser problemática cuando el producto contiene plomo; tenga en cuenta que los metales pesados están prohibidos en los cosméticos en Europa), o bases de maquillaje muy opacas, que permitieron dar a la tez de las jóvenes geishas ese tono extremadamente blanco tan codiciado.

Hoy en día algunos parecen considerar que los niños son de alguna manera “modelos a escala” de los adultos, lo que les autorizaría, desde muy pequeños, a utilizar geles para el cabello, productos de maquillaje (sombra de ojos, lápiz labial, etc.), o utilizar excesiva crema solar (recordemos que las recomendaciones para niños pequeños son limitar la exposición al sol y utilizar ropa que cubra). Todo en un contexto puramente mercantil, que no debería dejar de causar alarma.

Este uso de productos cosméticos contribuye a la sexualización temprana de las niñas y, más ampliamente, a la hipersexualización de los más jóvenes, cuyas consecuencias en términos de autoimagen, salud o comportamientos de riesgo preocupan a algunos autores.

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