Patricia Della Giovampaola: “No me veo más con quienes minimizan la pandemia”

A diferencia de todas las temporadas que pasa en Punta del Este, canceló su vida social por el avance del COVID-19. “Hoy, la vacuna puede definir que me siga viendo o no con una persona”, dijo en una entrevista con Infobae

“Es un verano extraño y que trata de ser como siempre, pero para mí no lo es porque soy muy cuidadosa. Como los contagios siguen subiendo, con mi familia decidimos no ir a ningún lado. No he visto a mis amigos, y solo estuve con mi hermana, mi sobrina y su familia. De todos modos, cuando estás en la playa tomando sol y haciendo deporte, estás bien y no necesitás salir todo el tiempo”, dijo Patricia Della Giovampaola en una entrevista con Infobae.

“También, estuve muy ocupada instalándome en mi nuevo departamento de Manantiales. Tiene una gran vista a la playa y vivir frente al mar es una experiencia increíble. Hago una vida muy sana, camino por la costa y hago deporte. Jean-Paul también lo pasa bárbaro. Día por medio, va a jugar al tenis en un club frente a casa. Además, como este año no hacemos vida social, pudo terminar de escribir un libro y ya empezó otro. Tiene que ir a París porque el libro que terminó sale en Europa, en agosto, y en octubre llega traducido a la Argentina”, anticipó.

Patricia y Jean-Paul atravesaron juntos la peor parte de la pandemia en su casa de Parc Monceau, en París. Para pasar el tiempo, le dedicaban muchas horas a la lectura, entrenaban en su gimnasio y, por las noches, miraban películas. Ahora, siguen compartiendo sus rutinas, viajan juntos y son inseparables.

Junto a su pareja, el escritor e intelectual francés, Jean-Paul Enthoven

“Jean-Paul se levanta mucho antes que yo porque se acuesta a las 23.30, pero a mí me gusta quedarme hasta la 1 de la madrugada leyendo los diarios europeos, que a esa hora ya salieron en internet. Mientras yo me despierto a las 9 y leo los diarios sudamericanos, Jean-Paul aprovecha la primera mañana para llamar a sus amigos, colaboradores y a su gente de París. Bajo al gimnasio y, cuando vuelvo, almorzamos en casa. A la tarde, voy a la playa o a la pileta y me dedico a la lectura hasta las 18. Después, cenamos en casa o lo hacemos en algún restaurante cerca. Cuando volvemos, miramos películas y series… Nada que ver con la vida que hacíamos otros veranos… Eso de salir todo el tiempo no va más. La pandemia me cambió el esquema de vida, pero hay mucha gente que lo sigue haciendo. Veo la cantidad de contagios… y me parece que no nos va muy bien”, expresó.

A pesar de la pandemia, toma todos los recaudos sanitarios y no deja de ir a al gimnasio de su edificio. Allí, entrena una hora diaria y se alimenta con una dieta sana, una combinación que le permite mantenerse espléndida.

“Mi rutina es siempre la misma: comer sano, hacer deporte y estar activa porque es lo mejor que hay. Voy al gimnasio de mi edificio, que tiene unas máquinas italianas muy buenas, pero parece que mis vecinos no son muy deportistas… ¡porque casi siempre entreno sola! (risas). Vivo en un quinto piso, pero prefiero evitar el ascensor y subir por las escaleras. Lo mismo si tengo que ir de Manantiales a La Barra, por ejemplo, a comprar algo a la farmacia: voy caminando en vez de ir en auto. El sol está muy fuerte, así que me cuido y me protejo con sombreros”, dijo.

Patricia en su departamento en The Collette, en Manantiales

Sin dudas, Patricia es una de las mujeres más elegantes del jet set europeo y siempre está atenta a las tendencias de la moda de lujo, pero ahora revela que la pandemia también la cambió en ese aspecto.

“En París, voy muy poco a las tiendas y compro mucho menos que antes. Ya no me pruebo más vestidos y prefiero comprar por internet. Conozco muy bien mi cuerpo, así que es muy raro que elija algo que no me va. Hoy, la tendencia es volver a usar lo que ya tenés. El vestido rosa de mi foto es de 2010 y me gusta volver a usar mi ropa: es más ecológico, es acorde a la crisis mundial y afín con mi pensamiento. Además, que ese vestido rosa me vaya significa, que desde 2010 hasta hoy, no engordé (risas)”, contó.

“Ahora, me paso casi todo el día vestida con shorts, pantalones de gimnasia, remeras o musculosas y zapatillas. A la noche, me pongo un lindo vestido, aunque sea para ir a comer a algún restaurante de Manantiales. Esta semana hubo un desfile de alta costura en París y me impactó que el maquillaje de los ojos volvió a ser tan exagerado como en los 80. Por ahora, mientras lleguemos a la inmunidad de rebaño, vamos a seguir usando barbijo, así que lo único que se nos va a seguir viendo son los ojos. Por eso, el maquillaje está más focalizado en la mirada. Personalmente, creo que vamos a seguir usando el barbijo por mucho tiempo más. Hubo tantos cambios… A mí, la pandemia me cambió mucho”, afirmó.

En este punto de la entrevista, Patricia se pone seria. Cuenta que perdió a varios amigos por el COVID-19, entre quienes se incluyen al actor, Gino Renni, y los gemelos franceses, Grichka e Igor Bogdanoff. A diferencia del artista ítalo-argentino, que sí estaba vacunado, los excéntricos hermanos Bogdanoff no se habían inoculado.

Las fotos que compartió con Infobae en 2020, en medio del confinamiento en París

“Soy una gran promotora de la vacuna: fui una de las primeras en vacunarme y para mí es un tema clave. Estar vacunado es importantísimo porque, si hay muchos países sin inocularse, irremediablemente van a surgir nuevas variantes. Si uno lee las historias de las pandemias, se da cuenta que cada vez van a ser más contagiosas y menos mortales. Supongamos que esta pandemia se termina… nadie sabe si puede llegar a venir otra. Todavía ni siquiera tenemos claro cómo empezó… No quiero ser pesimista, pero pienso que hay que adaptarse a vivir de una manera muy diferente”, indicó.

“No me veo más con la gente que minimiza la pandemia. Tampoco con los antivacunas, porque tienen unas ideas que no son las mías… en todo. Tienen una mentalidad completamente diferente porque no creen en la ciencia: prefieren creer en la fantasía, en los trolls, en lo que se comparte por chat… La mayoría de mis amigos están todos vacunados, pero en mi entorno había una persona antivacunas y no la vi más. Hoy, la vacuna puede definir que me siga viendo o no con una persona: pero no por el simple hecho de que no quiera inocularse, sino porque evidentemente no tenemos las mismas ideas. Hay que cuidarse entre todos. Uno tiene que cuidar al otro, y viceversa”, sostuvo.

“A los que dicen que no se vacunan porque están experimentando con la gente, les respondo que cuando éramos chicos nos dieron la vacuna de la viruela y tantas otras más. ¿Y alguien preguntaba si estaban experimentando? No. Todos nos dimos esas vacunas y no nos pasó nada. Estoy totalmente a favor de la ciencia y me parece un milagro que se haya hecho una vacuna en tan poco tiempo. ¿Te imaginás la variante Ómicron sin la vacuna? Claramente no. Me di tres dosis de Moderna y no tuve ningún efecto colateral. Solo un poco de dolor en el brazo y nada más”, explicó.

“Aunque me garanticen que todo se terminó, siempre voy a usar barbijo en el avión. Antes, no nos dábamos cuenta pero, ¿cuántas veces viajabas y volvías con dolor de garganta?. Se decía que era por el aire acondicionado. Puede ser… pero también puede ser porque en un avión respira mucha gente junta y que está encerrada por muchas horas. Al barbijo, no me lo saco más y, por suerte, no me molesta. Si tengo que ir a un banco o a un supermercado, uso doble ”, agregó.

Para 2022, Patricia planificó un año tranquilo, en el que acompañará a su pareja en las presentaciones de sus libros, tanto en Europa como en Argentina. Por lo pronto, el 1 de febrero dejará Punta del Este, se quedará solo un día en su casa de Buenos Aires para cambiar las valijas, y luego volará a su hogar de París. Hace tres meses que no va a Francia ya que, antes de llegar a Uruguay, estuvo más de un mes en Miami, una ciudad que también disfruta muchísimo.

“Estamos yendo mucho a Miami. El año pasado, fuimos dos veces en mayo y, luego, en noviembre. Me encanta porque une la ciudad con el mar, la playa, las palmeras… Muchos van solo a comprar, pero yo tengo una concepción distinta: voy a disfrutar de la playa, del sol y de estar en una gran ciudad. Me siento cómoda en varios lugares. París es una ciudad maravillosa y tengo un amor desenfrenado por Buenos Aires”, indicó.

Hoy, Patricia reparte su vida entre París, Punta del Este, Buenos Aires y Miami

“Argentina es mi amor, pero la veo complicada. Tiene muchas deudas, violencia e inseguridad. Espero que se arregle. Nunca hablo de política, pero deseo que se haga lo mejor porque es un país que merece estar entre los primeros del mundo. Siempre pienso que va a volver a irse para arriba, porque es un país ciclotímico: baja y sube. Quiero que vuelva a ser la Argentina de los años 30 cuando, en París, decían que alguien era ‘rico como un argentino’”, anheló.

“Siento que la vida cambió mucho… Siento una fragilidad que antes no sentía. Perdí muchos amigos por el COVID-19. Para mí, va haber un antes y un después de la pandemia. Jean-Paul me dice que para él todo va a volver a ser igual. Ojalá… Hace dos años nos estábamos divirtiendo acá mismo, en Punta del Este… y nos cayó esta piedra en la cabeza. Pero, a pesar de la tragedia de la pandemia, sigo siendo una mujer alegre y optimista”, finalizó.

Fuente: Infobae

Diario Mendoza Sur

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