En primera persona: cómo se vive una maratón de montaña que ya es un clásico de la Patagonia

Se realizó una nueva edición de la K42 en Villa La Angostura, una de las mejores carrera del circuito de trail run de la región.

Invito al lector a que cierre los ojos un instante e imagine el más bello paisaje de montaña, uno de esos que solo se ven en las películas o en documentales. Ahora piense que en lugar de imaginarlo lo está viendo en vivo, en la cima de un cerro. Las carreras de montaña son siempre espectaculares pero la K42 que se hace en noviembre en Villa La Angostura, en la provincia de Neuquén, Argentina, deja sin aliento a cualquiera.

A punto de cumplir veinte años, se trata de una de las competencias más famosas del país, una de esas que atrae a corredores de todo el mundo que sueñan con competir en mitad de un paisaje arrebatador.

Las carreras de trail, también conocidas como carreras de aventura, tienen el encanto de desarrollarse en la naturaleza y dependen siempre del paisaje para medir su belleza más allá de la competencia. Lo mejor que puede ofrecer el trail es un recorrido desafiante, divertido y al mismo tiempo visualmente impactante. La K42, que forma parte de una serie de grandes carreras de trail en diferentes países, es una de las más prestigiosas competencias de Argentina, dentro de un generoso panorama de carreras en el sur argentino. La Patagonia es espectacular para todo, incluyendo correr.

La competencia incluye una carrera de 15K el sábado y de 42K el domingo (gentileza @juancruzragaglia)

La carrera consiste, para resumirlo de forma bien simple, en subir al Cerro Belvedere, luego al Cerro Bayo y volver al centro de Villa La Angostura, al mismo lugar desde donde la carrera arranca. Es muy simple para contar, es mucho más complejo para correr.

Tiene una largada con mucho aliento de la gente y una llegada también con público que se agolpa en la calle central de la ciudad para recibir a todos los corredores. Es un ejemplo perfecto de cómo debe organizarse una carrera de trail y porque los corredores de este tipo de competencias lo viven como una fiesta.

La carrera cuenta con el aliento del público en la largada y la llegada en el centro de la ciudad (gentileza @juancruzragaglia)

Pero la evolución de la competencia ha permitido que no sea solo una jornada de 42 Km, es decir un maratón de montaña, sino que se ha diversificado para bien. Se le agregó hace unos años un K15 el día anterior, para que los que recién se inician en este tipo de carreras puedan hacer su debut sin pasarse de exigencia.

No es una carrera fácil, pero es lo suficientemente corta como para que un novato entrenado la pueda correr. Para quienes desean redoblar la apuesta tienen la chance de participar de esos 15 km del viernes y sumarle los 42 km del sábado, en lo que se conoce como La gran K.

El domingo tiene una carrera para chicos y la novedad del 2022 consistió en poder correr los 42 km en postas. Uno de los miembros del equipo sube al Belvedere y el otro al Bayo. Es una buena experiencia, ya que ambos pueden tener una competencia dura y hacerla a mayor ritmo que aquellos que corren toda la carrera. Un acierto que demostró ser muy efectivo en esta primera prueba.

La carrera ofrece paisajes únicos desde las calles de Villa La Angostura en la largada y llegada pasando por tierra -con o sin barro-arena, piedras, lajas, nieve, arroyitos, ripio (gentileza @juancruzragaglia)

El clima es uno de los elementos más importantes en estas competencias. La montaña es cambiante, en minutos todo puede cambiar y depende de la experiencia que cada corredor tenga deberá prestar mucha atención a cada detalle.

Siempre es mejor ser precavido de más, que de menos. En una misma carrera puede hacer frío y calor, por lo que ambas cosas deben ser contempladas. En esta edición 2022 se sufría el calor subiendo al cerro pero arriba el viento y el frío dominaban el clima para luego retomar ese calor al bajar. La lluvia acompañó gran parte de la jornada, con un poco de llovizna al comienzo y luego algunos sectores con breves pero intensas lluvias.

Las carreras de trail, también conocidas como carreras de aventura, tienen el encanto de desarrollarse en la naturaleza y dependen siempre del paisaje para medir su belleza más allá de la competencia (gentileza @juancruzragaglia)

Y este año tuvo el lujo extra de tener sectores con nieve, lo que fue una diversión y una dificultad extra. Es que la K42 siempre ofrece todo tipo de terreno. Desde las calles de Villa La Angostura en la largada y llegada pasando por tierra -con o sin barro-arena, piedras, lajas, nieve, arroyitos, ripio. Subidas suaves, intensas, bajadas muy técnicas y otras más sencillas.

Paisajes que no se olvidan más, que ya no necesitan ser soñados ni imaginados, están ahí para aquellos que quieran disfrutarlos durante todo el recorrido de una carrera espectacular.

*Santiago García es maratonista, autor del libro “Correr para vivir, vivir para correr” y “Volver a correr”. Completó la Six World Marathon Majors dos veces. En Instagram: @sangarciacorre.

Fuente: Infobae

Diario Mendoza Sur

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