El año pasado se instalaron 56 mil metros de cañerías de agua potable en San Rafael
Cuando se habla de obra pública, inmediatamente se piensa en algo que deslumbra a la vista. Sin embargo, muchas veces, hay infraestructura que no se puede ver y es quizás la más importante cuando se trata de la salud.
En estos tiempos, donde el coronavirus es una amenaza en el día a día, es imprescindible la higiene. Y no tiene que ver con un simple envase de alcohol en gel, la cuestión es mucho más profunda.
Es en este momento donde nos damos cuenta de la importancia de la cloaca y del agua potable.
En el caso de San Rafael, aunque todavía falta mucho, es una obligación destacar el trabajo realizado en tal sentido. Es que en materia de agua potable, el año pasado, entre recambio de cañerías y nuevas redes, se instalaron 56.870 metros. Se llegó a lugares como Cuadro Bombal, Real del Padre, Jaime Prats, Las Malvinas, Cañada Seca, el Nihuil, Las Paredes, Palermo Chico, Goudge, Colonia Elena, Rama Caída, El Cerrito, Colonia Gelman, La Llave, Pobre Diablo, Villa Atuel, El Sosneado y Calle Larga.
A lo anterior hay que sumarle la recuperación de perforaciones, cambio de bombas, colocación de medidores y apoyo constante a cooperativas y uniones vecinales.
No es poca cosa decir que en los últimos años, nuestro departamento sumó 447 mil metros de nuevas redes de agua potable.
Respecto de las cloacas, el año pasado se avanzó con 3.051 metros de redes y 4.000 de conexiones domiciliarias en la Isla del Río Diamante, el barrio Las Margaritas, la calle Florida, Cornú y San Andrés, en los barrios General Paz, Garbín, Villa Sarita y Alberdi.
Diario Mendoza Sur
