Aunque vuelva a la cárcel, en marzo queda libre
Luego de que la Suprema Corte de Justicia de Mendoza dejara a la defensa de Julieta Silva sin posibilidad de acudir a una instancia superior (Corte de la Nación), se despejó el escenario para que el tribunal de primera instancia, que condenó a la joven comerciante a 3 años y 9 meses de prisión por la muerte de Genaro Fortunato, pueda dejar sin efecto la prisión domiciliaria.
Sucede que los jueces sanrafaelinos, que sentenciaron a la mujer por considerarla autora del delito de homicidio culposo agravado por conducción antirreglamentaria, indicaron en su momento que la modalidad de detención estaba atada a la condena firme, algo que finalmente sucedió ayer.
Con la decisión de la Suprema Corte, los magistrados que intervinieron en el juicio, Rodolfo Luque, Julio Cesar Bittar y María Eugenia Laigle, podrían ahora ordenar que la femenina sea trasladada a la cárcel de San Rafael.
Si la mujer es llevada a la penitenciaría, el Dr. Alejandro Cazabán, abogado de Silva, podría pedir nuevamente el arresto domiciliario, algo que debería definir un juez de ejecución penal.
No obstante, aunque se nuevo domicilio sea el penal y los pedidos de la defensa no prosperen, no estará mucho tiempo allí teniendo en cuenta que lleva dos años detenida. Esto significa que en marzo estará en condiciones de salir, ya que será en esa fecha cuando cumpla los dos tercios de la condena, tal como dice la ley.
