Fuerte campaña del gobierno para concientizar sobre arbolado público
Ambiente y Ordenamiento Territorial implementan una fuerte campaña para fortalecer la cultura del árbol en el medio urbano, con el objetivo de que la población valore los beneficios y para que asuma el compromiso del cuidado y la preservación.
Aseguran que es un filtro natural que propicia calidad de vida en ambientes tan áridos como el mendocino además de su valor paisajístico y cultural.
En cuanto a la contaminación del aire, los árboles son verdaderos agentes depuradores que
atrapan el dióxido de carbono y las emanaciones de la carburación de los vehículos motorizados.
El follaje también absorbe otros contaminantes como el ozono, el monóxido de carbono y el dióxido de sulfuro.
El árbol urbano aporta al ahorro de energía eléctrica que -a escala metropolitana- significa una
gran reducción del gasto de altas cifras de dinero. Los forestales ubicados alrededor de las casas o
edificios, filtran el aire cálido y lo refrescan ya que al dar sombra a paredes, patios, techos y
ventanas, reducen notablemente el uso del aire acondicionado. Respecto a la contaminación
sonora, las cortinas de árboles –alineados en forma de “canopia continua” en calles y avenidas-
reducen entre 6 y 10 decibeles los ruidos urbanos.
El rol de los vecinos en el cuidado
El marco legal de nuestra provincia establece cuáles son las autoridades competentes para podar y
tomar medidas respecto al arbolado público, es decir, el que se encuentra fuera de las
propiedades privadas, incluyendo los forestales de las veredas.
En Mendoza, Ley Provincial 7874 de Preservación y Control de Arbolado Público establece un
marco legal, técnico y financiero para que las autoridades de aplicación y competentes realicen
tareas de investigación, control, conservación, preservación y desarrollo del Arbolado Público de
Mendoza, además de establecer una política de estado permanente en cuanto a la concientización
de la comunidad, de los valores naturales y culturales del arbolado y sus sistemas de riego.
La poda urbana está prohibida para todo particular y es una acción gravemente multada. Los
organismos autorizados a cortar ramas o extraer ejemplares son los municipios y eventualmente
otros organismos públicos autorizados. Por lo tanto, el rol del vecino o frentista se restringe sólo a
dar aviso a su municipio si observa el árbol de su calle o vereda necesita ser supervisado.
Otros cuidados que la ciudadanía puede aportar se refieren al riego, sobre todo en épocas de
sequía o extremo calor. Es importante dar aviso cuando se ve falta de riego que esté dañando el
normal crecimiento del árbol. Es mucho lo que los vecinos pueden hacer por evitar que los
ejemplares se sequen. Y desde la Secretaría de Ambiente también se remarca la toma de
conciencia sobre tres acciones muy nocivas para el arbolado público, por lo que se solicita:
- No atar a los ejemplares cables, alambres o carteles que “estrangulen” el tronco o las ramas de los árboles.
- No arrojar productos de limpieza a las acequias. Los árboles son seres vivos que se intoxican con sustancias químicas.
- No se debe achicar el cantero de los árboles de la vereda: necesitan espacio para su crecimiento.