El radicalismo quiere pirotecnia cero, pero el departamento del vice no la prohíbe
Hace apenas una semana, el Gobierno provincial comunicó que tiene intenciones de terminar definitivamente con la comercialización de material pirotécnico.
Incluso, en un comunicado de prensa, desde el Ejecutivo señalaron que quieren «pirotecnia cero».
Lo cierto es que no falta mucho para que eso sea una realidad, ya que al sumarse San Martín hace un par de días, son 16 los departamentos que prohíben la tenencia, fabricación, depósito y comercialización.
A raíz de la queja de protectoras de animales, de padres de niños autistas y de familiares de personas con Alzheimer, distintas localidades fueron diciéndole «no» a la venta de pirotecnia.
Cornejo se va en pocos días, pero la gestión que viene ya se expresó en tal sentido y van en el mismo camino: terminar de una vez por todas con el negocio de los petardos.
Las autoridades señalan que además de causar severas molestias y alteraciones a niños pequeños, ancianos y animales, también son sinónimo de desgracias. Es que no son pocas las personas a lo largo de la historia que sufrieron quemaduras graves, perdieron un dedo o un ojo a causa de las explosiones.
Solamente quedan dos departamentos que no han adherido a la prohibición, La Paz y Junín. Curiosamente, el último está gobernado por quien en pocos días será vicegobernador.
Mario Abed, de él se trata, es el actual intendente de Junín y en breve será el segundo de Rodolfo Suárez. Hoy gobierna uno de los dos departamentos que para Navidad y Año Nuevo tienen habilitada la venta de pirotecnia al público.
El tema no es nuevo, dado que el reclamo de las distintas organizaciones viene desde hace varios años. Por eso resulta llamativo que Junín no se haya subido a la ola, impulsada incluso por su propio partido.
