En la cumbre del PJ, Cristina Kirchner pidió armar un gran frente electoral

La ex presidenta participó de un encuentro con los principales dirigentes del partido y aseguró que «el próximo gobierno estará condicionado por el nivel de endeudamiento»

La ex mandataria  reafirmó el camino que el PJ ha transitado en los últimos meses con José Luis Gioja levantando la bandera de la unidad y con un grupo heterogéneo de dirigentes políticos y sindicales respaldándolo. Una estrategia que consta de sumar nombre por nombre a representantes de distintos sectores de la oposición. Así el diputado sanjuanino logró sentar en la misma mesa a Hugo Moyano y Héctor Daer, representantes de dos corrientes sindicales que se critican mutuamente cada vez que pueden.

Esa unidad se traspolo a los armados electorales en tres provincias: Córdoba, San Juan y Entre Ríos. En todas el peronismo fue unido. Ese ejemplo giró durante la charla que Cristina brindó en la tarde de este martes. Sin embargo, en las tres provincias el kirchnerismo fue un socio minoritario que ayudó a evitar filtraciones. Ese dato no fue expuesto y es significativo para entender la debilidad en el interior del país del espacio que conduce la ex jefa de Estado.

Es verdad que Sergio Uñac y Gustavo Bordet acordaron con el kirchnerismo para unificar el espacio opositor dentro de los límites de la provincia. Pero ese accionar no fue el mismo que llevó a cabo Juan Schiaretti, que el domingo logró un triunfo contundente y confirmó el camino de que el peronismo debe romper la grieta. Es decir, descartó un acuerdo con el kirchnerismo. Aunque no fue explícito, fue claro.

Los principales dirigentes del PJ durante la conferencia de prensa posterior a la cumbre (Matías Baglietto)

Los principales dirigentes del PJ durante la conferencia de prensa posterior a la cumbre (Matías Baglietto)

Los minutos que Cristina estuvo dentro del PJ, su discurso ocupó el centro de la escena. Cuando se paró y salió del salón donde estaban reunidos, el que tomó la palabra fueAlberto Fernández, su mano derecha en este nuevo tiempo, y pidió convocar a los gobernadores peronista y, en especial, a Sergio Massa. El pedido fue explícito y generó consenso entre los presentes.

Dentro del kirchnerismo consideran que el único dirigente capaz de sumarse a un armado nacional es el ex intendente de Tigre. Por eso las conversaciones entre Unidad Ciudadana y el Frente Renovador se mantienen activas. El objetivo en el corto plazo es lograr un acuerdo con Massa y terminar de cerrar un frente electoral antes del 12 de junio, día en que deben presentarse la conformación de alianzas frente a la justicia electoral.

De la cumbre también se desprendió el acuerdo para que los partidos que conforman Unidad Ciudadana y el PJ confluyan bajo un mismo frente electoral. Una jugada diametralmente diferente a la que Cristina llevó a cabo en el 2017, cuando decidió formar su propio espacio político y no incluir al PJ para evitar competir con Florencio Randazzo en unas PASO. En el kirchnerismo esperan poder cerrar la conformación del frente antes de que termine mayo y dejar establecidas las alianzas internas que tendrá la coalición que lidere Cristina Kirchner, más allá de ser o no candidata a presidente.

La voluntad de poder y la búsqueda del camino que los lleve de regreso al gobierno logró dejar atrás las diferencias que muchos de los dirigentes más importantes tenían hasta hace poco tiempo. Las discrepancias y las críticas quedaron enterradas. El mejor ejemplo quizás sea el de Alberto Fernández, quién después de alejarse del gobierno kirchnerista estuvo junto a Sergio Massa y luego con Florencio Randazzo. En la actualidad es un hombre clave en el círculo más chico de la ex presidenta.

Pero no solo el ex jefe de Gabinete está anotado en esa lista. Felipe Solá se alejó del kirchnerismo durante largos años y en la actualidad puso un pie en el mismo espacio que tiene a Cristina Kirchner como líder. Rosana Bertone, gobernadora de Tierra del Fuego, fue una de las primeras dirigentes en sumarse a Alternativa Federal, el esquema del peronismo federal que se distanció del kirchnerismo. Este martes estuvo sentada a dos metros de la ex presidenta.

Hugo Moyano, secretario general del Sindicato de Camioneros, también dejó atrás las diferencias con Cristina. El gremialista encabezó cinco paros generales durante el segundo gobierno de la ex jefa de Estado y aseguró que la entonces presidenta «nunca tuvo simpatía con el movimiento obrero organizado». Esta tarde, en la puerta del PJ, dijo: «Cristina es una buena candidata».

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