El caso Abigail expuso una serie de abusos policiales en Santiago del Estero

La imagen de Milagros Abigail Jiménez cruzando la frontera entre Tucumán y Santiago del Estero en brazos de su padre por los impedimentos para ingresar a su ciudad después de haber viajado a la provincia vecina para realizarse un tratamiento contra el cáncer visibilizó uno de los tantos casos de violencia institucional ocurridos en ese distrito durante la pandemia.

La provincia gobernada por el aliado del kirchnerismo Gerardo Zamora fue un escenario en el que la gestión de la pandemia habilitó a la policía provincial a cometer excesos de todo tipo.

Solo durante la pandemia de coronavirus, en Santiago del Estero tres personas murieron en episodios de violencia policial. Y más de una decena de casos de violencia institucional fueron denunciados ante la justicia provincial.

Esos tres casos adquirieron relevancia y motivaron protestas populares en distintas localidades de la provincia.

El primer caso fue el de Mauro Coronel, un joven de 22 años que, según denunció su familia, murió después de recibir una golpiza en la comisaría décima del barrio Autonomía de Santiago del Estero.

Esa causa, según supo LA NACION, avanza a paso muy lento. El gobierno provincial señala que se trató de una muerte por causas naturales (neumonía), a pesar del video que se viralizó sobre las torturas a las que era sometido Mauro antes de morir.

La madre del joven logró grabar los gritos de su hijo y en un descuido policial lo vio con una bolsa en la cabeza mientras era golpeado por cinco policías. Tanto la familia como la La Red de Organizaciones contra la Violencia Institucional sostienen que Mauro murió como consecuencia de las torturas a las que fue sometido.

Otro caso es el de Franco Isorni, ocurrido el 26 de agosto pasado, cuando supuestamente sufrió un accidente vial en su motocicleta. Primero la causa había sido cerrada por la causal del accidente, pero a raíz de declaraciones testimoniales que dieron cuenta de una versión de disparos de parte de la policía y de las presiones de la familia de la víctima el expediente fue reabierto.

El último caso ocurrió hace poco más de una semana, cuando Clara Bravo, de 19 años, embarazada, murió en la localidad santiagueña de Añatuya mientras huía de una persecución policial por infringir el horario de circulación establecido por el gobierno provincial.

«La cuarentena en Santiago, además de poner en relieve y dejar evidenciadas las terribles desigualdades que tenemos en materia de desarrollo humano y social, y en materia de desarrollo económico, ha sido el momento para que el gobierno ejerciera con mayor rigor el poder autoritario que lo caracteriza», dijo la legisladora provincial opositora Patricia Nuñez (UCR) a LA NACION.

Y agregó: «El gobierno de Zamora ha violado derechos civiles y derechos humanos, hay muertes por tortura a manos de la policía, hay detenidos por expresar sus opiniones en las redes sociales, estamos en la cúspide de un gobierno que jamás entendió en materia de dignidad humana y derechos humanos», agregó.

Según reconstruyó este medio, la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos de la Nación no intervino en estos casos, a pesar de que se le hicieron llegar informes desde la Comisión de Derechos Humanos y Garantías del Congreso de la Nación.

En un informe formulado por la Fundación Alem, titulado «Violencia institucional en la provincia en contexto de pandemia y cuarentena», se enumeran y describen 25 casos. Unas 25.000 personas fueron detenidas por no respetar las restricciones a la circulación en Santiago del Estero, pero también fueron denunciadas e incluso condenadas en juicios abreviados por «instigar» por redes sociales al incumplimiento de la cuarentena.

El impacto político en la provincia
La situación vivida por el caso Abigail generó mucho malestar en el gobierno santiagueño y, más allá de una fuerte bajada de línea a los uniformados que están en los retenes limítrofes con otras provincias, entienden que hubo una falta de sentido común y humanidad por parte del Oficial Inspector Williams Sosa. «Es elemental hermano, te llega esta criatura, ves su estado, su pierna, no necesitas ser médico para darte cuenta, la tienes que dejar pasar sin pedirle nada», le dijo a LA NACION un alto funcionario santiagueño.

A Zamora el tema lo impactó de frente, y hasta difundió un video de seis minutos en sus redes sociales en el que dijo que asumía la responsabilidad y que pedía disculpas por el hecho. Luego se acercó personalmente a la familia de Abigail para ponerse a disposición. LA NACION se comunicó con el gobernador para esta nota pero optó por no hacer nuevas declaraciones.

Con perfil bajo, Zamora fue durante los doce años de kirchnerismo un aliado del gobierno nacional y expandió su poder con una maquinaria que los medios locales no exhiben. Regido por su pragmatismo, mantuvo a su provincia -uno de los distritos más dependientes del Estado nacional y con los mayores índices de pobreza- en buenos términos con el gobierno de Mauricio Macri, mientras se forjaba como un aliado incondicional de Cristina. Su pareja, la senadora Claudia Ledesma Abdala, es la sucesora de Cristina Kirchner en la presidencia del Senado y gobernó la provincia cuando la Corte Suprema impidió que su marido fuera reelecto en 2013. El matrimonio acumuló poder en una de las provincias más conservadoras.

Una palabra que la oposición local y nacional utiliza para referirse a la provincia es «feudo». Un referente opositor a Zamora en la provincia, Aldo Bravo, dirigente del Partido Socialista, sobre este punto indicó que la ausencia de independencia de poderes y los clanes familiares en el gobierno «bien valen que se le llame feudo a nuestra provincia».

«Sufrimos la falta de una democracia real, donde la alternancia política se verifique en buena manera. Los continuados mandatos de Carlos Juárez y Nina, más los del matrimonio Zamora así lo certifican. Son clanes familiares que toman el poder como si fuera algo eterno y sus políticas se direccionan en tal sentido. Desde ese punto de vista, claramente merece el mote de feudo», dijo Bravo.

Zamora rechazó esta expresión más de una vez y la adjudica al «centralismo porteño». En mesas chicas y no tanto les ha manifestado a sus interlocutores que esto «es un tema que tiene 200 años» y lo enmarca en la pelea de «Unitarios versus Federales».

Las restricciones vigentes
Hasta ayer regía una restricción para circular después de las 22 horas, pero se amplió el horario de circulacion a partir de mañana, que será desde las 7 a 24.

Desde que se iniciaron los operativos en las rutas 9.071 uniformados provinciales trabajaron en los retenes, con relevos cada 15 días. Ahora hay 528 policías custodiando los límites de la provincia con Tucumán, Córdoba, Santa Fe y Chaco.

 

Fuente: LN

Diario Mendoza Sur

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