En plena crisis, Venezuela compra petróleo para subsidiar a Cuba

La petrolera estatal Pdvsa lo adquirió a firmas chinas, rusas y suizas hasta 12 dólares por barril más caro de lo que facturaba cuando enviaba el mismo crudo a la isla

La petrolera estatal venezolana Pdvsa ha comprado este año cerca de 440 millones de dólares en crudo extranjero y lo ha enviado directamente a Cuba en condiciones flexibles de crédito, que a menudo implicaron pérdidas, según documentos de la empresa.

Los envíos constituyen la primera evidencia documentada de que el país miembro de la OPEP adquiere crudo para abastecer a sus aliados regionales en lugar de venderles petróleo de sus propias reservas.

Venezuela realizó las entregas con descuentos, que no se habían informado anteriormente, pese a su gran necesidad de divisas para sostener su economía e importar alimentos y medicinas en medio de una escasez generalizada.

Las compras de petróleo para subsidiar a Cuba, uno de los pocos aliados políticos que le quedan a Venezuela, revelan el profundo deterioro de su sector energético bajo el gobierno de Nicolás Maduro.

Las compras se produjeron luego de que la producción de crudo de Venezuela tocó un mínimo de 33 años en el primer trimestre, una baja de 28% en 12 meses. Las refinerías de la nación operaron en ese lapso a un tercio de su capacidad y los trabajadores han renunciado por miles en meses recientes.

Pdvsa compró el crudo hasta 12 dólares por barril más caro de lo que facturaba cuando enviaba el mismo petróleo a Cuba, según precios en documentos internos.

Pero es posible que Cuba nunca pague en efectivo, ya que Venezuela siempre ha aceptado bienes y servicios de la isla a cambio de petróleo bajo un pacto firmado en 2000 por Hugo Chávez y Fidel Castro.

Caracas ha dicho que solo importa petróleo para mezclarlo con su propio crudo extrapesado, para mejorar su calidad y crear un producto exportable, o para alimentar su refinería en Curazao. Pero cientos de documentos de Pdvsa que detallan las importaciones y exportaciones de enero de 2017 a mayo de este año, muestran que la compañía ahora compra crudo a precios de mercado para entregarlo a Cuba.

Las entregas subsidiadas buscan mantener el apoyo político de Cuba, parte del menguante grupo de aliados de Venezuela, según diplomáticos, políticos y ejecutivos de Pdvsa.

«Maduro está entregando todo lo que puede porque el respaldo de estos países, especialmente de Cuba, es todo el apoyo político que le queda», dijo un alto funcionario del gobierno venezolano. Venezuela ha estado bajo una creciente presión internacional debido a que Estados Unidos, la Unión Europea y Canadá han sancionado a la nación y a funcionarios del gobierno por lo que consideran intentos de Maduro de cimentar una «dictadura».

Mientras Venezuela gasta en importaciones de petróleo, ha estado comprando menos en el exterior del resto de los productos que sus ciudadanos carecen y demandan. El gasto de Venezuela en importaciones no petroleras se redujo de casi 46.000 millones de dólares en 2011 a 6000 millones en 2017, según datos del Banco Central de Venezuela y Ecoanalítica, una consultora económica con sede en Caracas.

El petróleo que Pdvsa adquirió para Cuba era crudo Urales de Rusia, una variedad muy adecuada para las refinerías cubanas construidas con equipos de la era soviética. Pdvsa compró el crudo a firmas chinas, rusas y suizas, no con dinero en efectivo, sino bajo la promesa de que entregaría otros envíos de petróleo más tarde.

Eso se suma a las enormes deudas de Venezuela con firmas estatales rusas y chinas que se pagan con petróleo, luego de que Caracas recibiera más de 60.000 millones de dólares en préstamos que compensaron sus huecos presupuestarios en medio de la caída de sus exportaciones y del precio del crudo.

Caracas ha usado el petróleo desde hace mucho tiempo para fines políticos domésticos e internacionales, subsidiando bienes y servicios en el país y pidiendo favores en toda la región mientras despacha petróleo en términos generosos.

La caída en la refinación de crudo también ha hecho que el país dependa cada vez más de la importación de combustibles para el consumo interno. Venezuela compró en 2017 alrededor de 180.000 barriles por día de crudo extranjero y productos refinados de PetroChina, Rosneft, Lukoil, Reliance Industries y otros proveedores, 17% más que en 2016.

Las compras sumaron más de 4000 millones.

El año pasado, las importaciones de la industria petrolera, incluidos equipos y servicios, consumieron el 45% del gasto de importación de Venezuela, frente al 13% en 2011, según Ecoanalítica. Las compras hechas por el sector energético sumaron 5400 millones de dólares de un total de 11.900 millones de dólares.

La resultante escasez de alimentos, medicinas y empleo ha causado que miles de ciudadanos huyan de Venezuela.

 

Fuente: www.lanacion.com.ar

www.diariomendozasur.com

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