El socialista Pedro Sánchez asumió como nuevo presidente de gobierno español

Fue tras la destitución del conservador Mariano Rajoy. El PSOE recupera el poder después de siete años de gobierno del Partido Popular.

El socialista Pedro Sánchez asumió este sábado como nuevo presidente de un gobierno español que todavía debe formar, un día después de haber echado del poder al conservador Mariano Rajoy con una moción de censura en el Congreso.

Ante la Constitución pero por primera vez sin la Biblia y el crucifijo, Sánchez, un licenciado en economía de 46 años, juró su cargo a las 11.02 locales ante el rey Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela.

«Prometo por mi conciencia y honor cumplir fielmente las obligaciones del cargo de presidente del gobierno con lealtad al rey y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado», dijo Sánchez, convirtiéndose en el séptimo jefe de gobierno de la España democrática.

El líder del centenario Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se abocará ahora a la tarea de designar a los miembros de su gobierno, que tomarán sus funciones después de que la lista salga publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) en los próximos días.

La moción de censura, la maniobra que propulsó a Sánchez al poder

Su llegada oficial al Palacio de la Moncloa ocurre 24 horas después de que el Congreso de los Diputados aprobara la moción de censura presentada por los socialistas contra Rajoy, cuyo Partido Popular fue condenado por la justicia en un megaescándalo de corrupción.

Tras perder dos elecciones generales y haber sido defenestrado por su partido, en apenas un año Sánchez logró recuperar el liderazgo del PSOE apoyado por la militancia e hizo caer a Rajoy, un veterano político de 63 años en el poder desde 2011 y que parecía sobrevivir a todos los escándalos.

Con solo 84 escaños de su partido, Sánchez obtuvo el apoyo de una mayoría de diputados (180 de 350) gracias al apoyo de la izquierda radical de Podemos, los independentistas catalanes y los nacionalistas vascos. Esta coalición heterogénea le augura un mandato muy complicado.

«Voy a abordar todos los desafíos que tiene nuestro país con humildad, con entrega», y «voy a hacerlo desde el consenso, con humildad, con mucha capacidad de trabajo», declaró Sánchez tras haber recibido la confianza del Parlamento.

«Es evidente que tenemos que ir a unas elecciones generales», dijo Sánchez sin mencionar fechas, reafirmando su «compromiso con Europa» y con «estabilizar socialmente este país», que tiene la segunda peor tasa de desempleo de la zona euro pese a haber encadenado tres años de crecimiento por encima del 3% del PBI.

La mayor presión para celebrar unos comicios cuanto antes vendrá del partido liberal Ciudadanos, que no apoyó la moción de censura y que según los sondeos va viento en popa.

Las iniciativas exitosas de Sánchez serán aquellas en «las que tiene posibilidad de conseguir una mayoría fácil», por ejemplo la reforma de la ley de seguridad, denostada por la izquierda, estimó Fernando Vallespín, politólogo en la Universidad Autónoma de Madrid.

La toma de posesión del cargo de Sánchez coincide con la toma de posesión en Barcelona del nuevo gobierno catalán del independentista Quim Torra, poniendo fin a la intervención de la autonomía regional desde la fallida declaración de independencia del 27 de octubre.

En el Congreso, Sánchez ofreció «restablecer puentes» y «normalizar las relaciones» con la región de 7,5 millones de habitantes. «Este gobierno quiere que Cataluña esté en España, y escuchará a Cataluña», afirmó.

 

Fuente: tn.com.ar/internacional

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