Una unidad israelí se encarga de deslegitimar a los periodistas de Gaza para poder asesinarlos

Una investigación exclusiva de +972 Magazine reveló la existencia de una unidad secreta dentro del ejército israelí conocida como la «Célula de Legitimación», establecida tras los ataques del 7 de octubre de 2023. Su propósito, según fuentes de inteligencia consultadas, no fue la seguridad sino más bien la gestión de la narrativa internacional: «Tratando a los medios como un campo de batalla».

La unidad se dedicó a recolectar inteligencia desde Gaza que pudiera respaldar la reputación de Israel en los medios globales, en particular para neutralizar la crítica en torno al asesinato de periodistas, como el reciente caso del reportero de Al Jazeera, Anas al-Sharif. Como señala el informe de +972 «la motivación no era la seguridad, sino las relaciones públicas», impulsadas por la «ira porque los reporteros con base en Gaza estaban ‘manchando [el] nombre [de Israel] frente al mundo’».

La unidad no se limitó a desinformar sobre periodistas; también buscó justificar acciones militares contra infraestructuras civiles, como escuelas y hospitales, al presentarlas como bases de Hamás. Los datos recopilados se compartían incluso con EE. UU., con el fin de mantener el flujo de armamento indispensable para prolongar el conflicto sin mayores presiones externas.

Cuando la prensa internacional intensificaba las críticas por los ataques a periodistas, la Célula respondía con urgencia, señala en informe. En el caso de Al-Sharif, el periodista de Al Jazzera asesinado junto a su equipo la semana pasada, el informe señala que según los documentos publicados por el ejército, que no han sido verificados de forma independiente, fue reclutado por Hamás en 2013 y permaneció activo hasta que resultó herido en 2017, lo que significa que, incluso si los documentos fueran exactos, sugieren que no participó en la ofensiva de octubre de 2023.

Lo mismo ocurre con el caso del periodista Ismail Al-Ghoul, quien murió en un ataque aéreo israelí en julio de 2024 junto con su camarógrafo en la ciudad de Gaza. Un mes después, el ejército afirmó que era un «operativo del ala militar y terrorista de Nukhba», citando un documento de 2021 supuestamente recuperado de un «ordenador de Hamás». Sin embargo, dicho documento afirmaba que recibió su rango militar en 2007, cuando tenía tan solo 10 años, y siete años antes de que supuestamente lo reclutaran en Hamás.

Con tan solo 28 años, Al-Sharif se había convertido en uno de los periodistas más reconocidos de Gaza. Se encuentra entre los 186 reporteros y trabajadores de medios asesinados en la Franja desde el 7 de octubre, según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), el período más mortífero para los periodistas desde que el grupo comenzó a recopilar datos en 1992. Otras organizaciones han estimado la cifra de muertos en 270.

“Si estas palabras te llegan, debes saber que Israel ha logrado matarme y silenciar mi voz”, escribió Al-Sharif en su último mensaje, publicado póstumamente en sus redes sociales. “He vivido el dolor en todos sus detalles, he experimentado el sufrimiento y la pérdida muchas veces, pero nunca dudé en transmitir la verdad tal como es, sin distorsión ni falsificación”.

Publicaciones Similares