Un antecedente: cómo negoció Jorge Sampaoli el término de su contrato con la selección de Chile

SANTIAGO, Chile.- Si la AFA montó un plan para desgastar a Jorge Sampaoli y forzarlo a renunciar con el interés de no dinamitar sus arcas, en Chile eso no fue necesario. Hace casi tres años, el entrenador hizo todo lo posible para cortar su vínculo con la federación trasandina, en un escenario completamente distinto al que hoy vive. «Me siento como un rehén», dijo en ese entonces Sampaoli, desesperado por su situación contractual que establecía el pago de una cláusula de US$6,3 millones si es que finalizaba su vínculo de forma anticipada.

La frase del «rehén Sampaoli» se reflotó con fuerza en Chile por estos días, donde el recuerdo del técnico que ganó la primera Copa América de la historia de la Roja aún permanece fresco. Por lo que significó a nivel de resultados, obviamente, pero sobre todo por la manera que dejó el país y el cuestionado vínculo que generó con Sergio Jadue, el ex presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), quien se declaró culpable en los Estados Unidos de los cargos de crimen organizado y fraude electrónico en el marco del caso FIFAGate .

¿Pero cómo fueron los últimos meses de Sampaoli en Chile y cómo logró destrabar su contrato? En noviembre de 2015, la Roja disputó la tercera y cuarta fecha de las Eliminatorias a Rusia con el argentino aún como entrenador. Empató 1-1 con Colombia en Santiago y fue goleado 3-0 en su visita a Uruguay. Sampaoli intuyó que el equipo ya estaba desgastado y comenzó a articular su salida.

Con Jadue escapando de forma escandalosa a Estados Unidos a la misma hora que Chile perdía frente a la Celeste, Sampaoli se quedó sin su principal aliado. El entrenador, en los 1142 días de su gestión, firmó al menos doce convenios distintos con el aval del dirigente y fue incrementando sus ganancias a través de premios y el pago de dineros en paraísos fiscales, en el apartado de comercialización y licencia de sus derechos de imagen.

El último contrato de Sampaoli con la federación chilena fue firmado en noviembre de 2015. El documento unificó los dos vínculos que tenía: el de derechos de imagen y el laboral. Sin embargo, el texto se filtró a través de la prensa (el semanario «The Clinic»), lo que terminó por descomponer a Sampaoli, quien se puso en pie de guerra y, de manera paralela, organizó reuniones con conocidos periodistas chilenos para explicar off the record las razones de por qué se quería ir. En las citas, además, criticó duramente al camarín y a jugadores como Alexis Sánchez y Arturo Vidal.

Los detalles que surgieron revelaron varios montos y regalías. Se develó que Sampaoli recibiría de forma mensual US$59.234 por su labor con la Roja y US$29.784 para sus ayudantes Sebastián Beccacece y Jorge Desio. ¿Más? Un bono anual de US$48.000 líquidos para rentar una vivienda y otro de 38.000 dólares para la compra de un automóvil, además de pasajes en avión para ellos y un miembro de su familia, sumado a otros ítems como viáticos y hotelería.

Sampaoli adujo que la filtración del documento violaba una cláusula de confidencialidad e intentó utilizar ese subterfugio para irse sin pagar, pero entendió que la movida no tenía suficiente piso. Y ya con la nueva dirigencia comandada por Arturo Salah, no le quedó más remedio que negociar.

En enero de 2016, y luego de al menos cinco reuniones, Sampaoli arregló su salida y renunció. El ex director técnico de Chile se comprometió a pagar a la ANFP US$1 millón en su próximo contrato y, como parte del acuerdo, renunció a la totalidad de los premios de la Copa América 2015, correspondientes a US$2,4 millones. En septiembre de 2016, el Sevilla, el club donde firmó Sampaoli, cumplió con el pago de la cláusula de salida.

Aquel round significó el fin de la historia del entrenador en Chile, quien luego siguió su carrera en Liga española. Fuentes del fútbol chileno consultadas por LA NACION, revelaron un último detalle: antes de dirigir a la Argentina, dirigentes de la AFA le preguntaron a sus pares chilenos cómo era trabajar con Sampaoli, y la respuesta del otro lado fue contundente: «Demasiado complejo».

Fuente: www.lanacion.com

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