Sudamericano de atletismo. Un influencer logró lo que el Estado no: un vuelo para 50 deportistas

Supuestamente por logística, el Enard dio de baja a 33 competidores que iban a viajar a Guayaquil para un torneo grande con miras a Tokio; indignados, los atletas recurrieron a Santiago Maratea, que consiguió un chárter a un costo mucho menor y el dinero para que fueran todos.

a decisión del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Enard), el organismo que otorga becas y viáticos a deportistas olímpicos y de máximo nivel, de recortar de 50 atletas a 17 al equipo argentino que participará a fin de mes en el Sudamericano de Guayaquil, a raíz de una insuficiencia logística, fue un mazazo para los competidores. Ese Sudamericano es crucial para varios participantes: algunos intentarán acceder a los Juegos Olímpicos de Tokio; otros, ya clasificados, necesitan entrenarse compitiendo, y otros procurarán alcanzar un lugar en los mundiales de 2022.

Indignados, los atletas, incluso algunos que quedaron entre los 17 seleccionados para viajar, salieron a exponer su voz en las redes sociales y en los medios de comunicación. Y consiguieron que un influencer, Santiago Maratea, lograra dos enormes beneficios: un costo menor de traslado en chárter, de 99.000 dólares en lugar de 160.000, y gran parte del dinero necesario para alquilar el avión, gracias a una colecta entre sus 1.400.000 seguidores. Hasta la noche del sábado, el monto obtenido por Maratea era de 10.500.000 de pesos, ya superior a los 9.850.500 necesarios para cubrir el gasto del chárter al valor del dólar oficial, el que puede obtener el Estado.

El revuelo por la situación provocó que en la madrugada del sábado el Enard publicara un texto para explicar su procedimiento; más tarde, en declaraciones al diario Olé, la secretaria de Deportes de la Nación, Inés Arrondocriticó al Comité Olímpico Argentino. Y por último, el presidente de la Confederación Argentina de Atletismo (CADA), Daniel Marcelino Sotto, brindó su versión para LA NACION.

En una nota pública enviada a la CADA, el Enard sostiene que apeló a sus criterios, consensuados con aquélla, y que siempre procuró el diálogo, pero que la decisión final sobre la conformación del equipo fue suya. “Se prioriza a los deportistas clasificados y a los que podrían acceder a una clasificación olímpica para Tokio. […] Nos chocamos con la realidad, más allá del voluntarismo. No se consiguen plazas en los escasos vuelos autorizados y no hay posibilidad de ubicar”, expresa el organismo, aludiendo a las dificultades de trasladar vía aérea a decenas de personas en medio de las restricciones por la pandemia.

“El análisis técnico que hicimos es que debíamos priorizar la participación de los atletas ya clasificados a los JJOO de Tokio y sumar a los que pueden aspirar con visos de realidad a esa ansiada clasificación. Por eso, el informe señala a 19 deportistas y a 9 oficiales como la delegación acorde a ese criterio de prioridad. Bastante parecido a la habitualidad”, alude el Enard a las delegaciones que concurrieron a los últimos cuatro campeonatos sudamericanos, de entre 20 y 32 deportistas y entre 5 y 10 oficiales (entrenadores, principalmente).

Además, la nota del Enard hace una crítica fuerte a la dirigencia del atletismo. “Nos resulta lamentable que los atletas y los técnicos no hayan sabido estas cuestiones, ya que en el marco de una sociedad que vive momentos tan difíciles, exacerbar los ánimos, buscar falsos enemigos y perder de vista el aporte sistemático que ha significado el ENARD para nuestro deporte en general y para nuestros atletas en particular… no parecen la mejor de las políticas de conducción”.

Por otro lado, desde el ente se comunicaron para hacer llegar a LA NACION una versión diferente a la que los atletas conocieron. Aseguraron que, en medio del problema para reservar lugares en vuelos regulares de línea el organismo consiguió un chárter para el viaje a Ecuador a un monto incluso menor que el obtenido por Maratea, pero que ello no fue aceptado por la CADA. Y creen que no será sencillo concretar el vuelo que gestionó el influencer, porque la cuestión excede el alquiler de la nave.

Por su parte, Sotto, el presidente de la confederación de atletismo, manifestó que fue una sorpresa la decisión del Enard de reducir la delegación de 50 a 15 deportistas, que finalmente son 17. La entidad se enteró el miércoles y, disconforme, la comunicó a los afectados el jueves. “El Enard nos había mandado una lista con los nombres que consideraba debían viajar. Nosotros no aceptamos y mandamos los nombres que considerábamos. Nos mantuvimos firmes y disconformes, ya que una competencia sudamericana va más allá de la clasificación para Tokio. Apunta al desarrollo del atleta, del atletismo, y mira al futuro. No ir limita la proyección deportiva”, argumentó Sotto, que no se pronunció sobre la versión del Enard de que la Confederación había rechazado ese chárter más accesible.

En tanto, Arrondo, la titular de la Secretaría de Deportes, explicó que el Enard es compuesto 50% por su dependencia y 50% por el Comité Olímpico Argentino (COA) y responsabilizó a este último por la situación, ya que en este momento ejerce la presidencia del Enard, vía Gerardo Werhein. “Nosotros ofrecimos a la Confederación Argentina de Atletismo cubrir los gastos de los atletas que no entraban en nómina que se quiere establecer desde el Enard. Lo que pasa es que por los mecanismos que tenemos no llegaríamos con los tiempos para atender la situación en dos o tres días. Se avisó de esto demasiado sobre la fecha”, señaló la funcionaria. “No entendemos los argumentos para la negativa del Comité Olímpico Argentino a que se chartee el avión”, deslindó la ex jugadora del seleccionado de hockey sobre césped.

¿Cómo habían recibido los atletas la novedad? “Esto nos afecta mucho deportiva y psicológicamente. Estamos todos pasando por un estrés muy grande, sin dormir, angustiados. Pasamos muchos años de esfuerzo, revalidando marcas, aumentando esfuerzos en pos de nuestros objetivos y de un día al otro nos cambió el panorama. Cuando me lo dijeron no paré de llorar, hasta que me di cuenta de que había que salir a alzar la voz y hacernos escuchar”, narró Iara Capurro, lanzadora de disco y de bala.

El campeonato Sudamericano de mayores iba a desarrollarse en Buenos Aires del 14 al 16 de mayo. Estaban quienes buscarían su pasaje a Tokio y los que irían a conseguir puntos sudamericanos con miras al próximo año. Otros se proponían marcas específicas, y muchos pretendían competencia y experiencia para seguir desarrollándose. Sin embargo, por el avance de la segunda ola del virus, el Gobierno canceló la localía y tampoco autorizó otra sede en el país. Así fue como varias opciones fueron evaluadas por parte de la Confederación Sudamericana de Atletismo, hasta que finalmente se decidió que Guayaquil se convirtiera en sede del 29 al 31 de mayo.

Los integrantes de la selección no volvieron a recibir ninguna notificación y continuaron su preparación. Y este jueves todos los atletas del conjunto nacional fueron llamados a una videorreunión (suspendida el miércoles) para tratar temas del viaje. Y todo estalló.

“Esa noche, en la reunión la Confederación se dio la noticia: viajan 17 atletas de los 50, y dos entrenadores. Dijeron que por una cuestión de presupuesto por parte del Enard; que de su parte hicieron todo lo posible pero fue rechazado. Que el Enard quería pagar apenas ocho pasajes para el Sudamericano, ya que los precios se habían triplicado por el contexto de la pandemia. A todos la noticia nos dejó sorprendidos”, relató Franco Florio para LA NACION.

Los atletas confirmados por el momento, habilitados por Enard, son Belén Casetta, Germán Chiaraviglio, Joaquín Gómez, Florencia Borelli, Carolina Lozano, Luciana Gómez Iriondo, Guillermo Ruggeri, Mariana Borelli, Diego Lacamoire, Maxi Díaz, Federico Bruno, Ailén Armada, Julián Molina, Ignacio Carballo, José Zabala, Nazareno Sasia y Carlos Layoy, y los entrenadores, Leonardo Malgor y Diego Vicentini. “Fueron dos días muy largos. Estamos sin dormir, angustiados. La decisión me afectó igual que a todos los atletas, más allá de haber quedado seleccionado. El estrés y la angustia son grandes, por eso tomamos la decisión de salir a hablar y me contacté con Santi Maratea para que nos ayudara”, dijo Carballo, número uno del ranking nacional en lanzamiento de bala.

Luego de la noticia que los dejó insomnes, los atletas decidieron salir a expresarse, a pedir ayuda, a hacerse oír, tanto los convocados como los desplazados, mediante las redes sociales y la prensa. “En 17 de años de atleta JAMÁS me sentí tan manoseada por el Enard si les dan miedo los MEDIOS acá tienen , SON UNA LACRA”, escribió la velocista Florencia Lamboglia.

“Ayer dieron la noticia… Todos conectados por Zoom, a las 21 nos informan quienes van al Sudamericano y quiénes no. Muchos se fueron a preparar a Cachi (pueblo salteño), otros lo dieron todo en su ciudad!! para clasificar a los Juegos Olímpicos es por mínima o por puntos… El Sudamericano es uno de los torneos más importantes con respecto al tema puntaje. A muchos les quitaron el sueño de poder representar a la Argentina en Tokio”, clamó en las redes Belén Casetta, especialista en los 3000 metros con obstáculos.

El viernes Maratea tomó la voz de mando. Comenzó a hablar de la causa y por la noche había logrado bajar el costo del vuelo chárter y señar el alquiler para los 60 miembros de la delegación (10 oficiales). “Hoy el Enard dice que tiene 19 pasajes, que son 66.500 dólares. La CADA, para llevarnos a los 50 atletas averiguó por un vuelo chárter que en su momento estaba 160.000 dólares. Maratea consiguió un precio mucho más accesible para un vuelo chárter [US$ 99.000]”, explicó Florio.

¿Cómo lo hizo el influencer? Fue a la aerolínea para firmar la reserva y comenzó una colecta de donaciones por medio de la cuenta bancaria de Lamboglia. Maratea pedía apenas 22 o 100 pesos a cada uno de sus seguidores, que son 1.400.000, y en menos de una hora recolectó un millón. Por la tarde de ayer el número era de 8.000.000. Y por la noche, aquellos suficientes 10.500.000. El minuto por minuto de la gestión está disponible en las historias del influencer, que encara la iniciativa sin más intención que la de ayudar.

En definitiva, Maratea no sólo logró un precio mucho más bajo por el vuelo, sino que también alcanzó una gran ayuda económica. A los anhelos de 33 atletas los sostiene una esperanza nacida de donde no se aguardaba. Un influencer obtuvo lo que el Estado no consiguió.

Fuente: La Nación

Diario Mendoza Sur

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