River goleó al descendido Arsenal y alcanzó su sexta victoria consecutiva en la Superliga

«Sueño cumplido», reza una bandera en una de las plateas del Estadio Julio Humberto Grondona y refleja con dibujos los cinco títulos que logró Arsenal desde su ascenso a primera hace 16 años. Demasiado lejos parecen esos recuerdos en los que el hoy descendido club de Sarandí demolía a los grandes. Ayer, River se aprovechó de las marcadas falencias de un equipo que solo pudo ganar dos partidos en la Superliga y logró reconfirmar su buen presente sumando su sexto éxito al hilo en la Superliga (igualó la mejor marca por torneos locales del ciclo de Marcelo Gallardo, lograda en el Torneo Transición 2014).

El triunfo le permite mantenerse en zona de clasificación a la Copa Sudamericana y no perder las ilusiones de una clasificación a la Libertadores que hoy parece lejana, ya que se sitúa a cinco unidades de Huracán, quinto con 43 puntos. Pero también, al presentar una alineación alternativa, le dio la posibilidad al técnico de sacar distintas conclusiones sobre casos puntuales y probar variantes en varios puestos de la cancha.

El gol de Exequiel Palacios

River liquidó el pleito en el primer tiempo durante un corto período de 17 minutos gracias a los goles de Exequiel Palacios, Corvalán en contra y Juan Fernando Quintero. Y, sin dudas, el gran ganador de la tarde fue el joven que abrió el marcador: Palacios, de 19 años y con 21 partidos oficiales en primera, anotó su tercer gol en el club, festejó por segunda vez en la Superliga (ya le había convertido a Racing) y fue la figura del encuentro.

Así, confirmó lo que había mostrado en Avellaneda: es una interesante propuesta desde el banco de suplentes para el mediocampo, con buena distribución, proyección hacia el área rival y la posibilidad de jugar sobre la derecha o como interno.

Para el cuerpo técnico, el volante es una de las grandes apuestas de las inferiores que tiene el plantel, aunque hoy deba tener tan solo escasos minutos por la superpoblación de futbolistas en la zona: el DT cuenta con Ponzio, Enzo Pérez, Nacho Fernández, Zuculini, Rojas, Mayada y Rossi. Además, tanto Pity Martínez como Quintero y De La Cruz también pueden variar su posición en el mediocampo.

Más allá de Palacios, otro de los que se destacó fue Zuculini, quien volvió a demostrar que empieza a acomodarse tras sus primeros partidos con bajo rendimiento. En su décimo juego, se lo vio más calmo y presionó y recuperó con alta intensidad, siendo uno de los mejores, tras tener una buena tarea contra Rosario Central y un correcto ingreso ante Emelec. Así, sumó puntos y puede empezar a despegar.

El segundo: Claudio Corvalán, en contra

Para Armani y Mora fue la reconfirmación. El arquero volvió a ser importante para mantener el arco en cero cuando su equipo sufría: le tapó un mano a mano a Antilef a los 19 minutos del primer tiempo y, dos más tarde, River abrió el marcador. Su aparición fue vital para ahogar el envión de Arsenal. Luego, lo reconfirmó en el complemento con otra buena respuesta ante un remate de Cháves para sumar su quinta valla invicta al hilo.

Para el delantero uruguayo, tras perderse el 1-0 con Emelec en Ecuador por molestias físicas, fue la posibilidad de devolverle al técnico la confianza de elegirlo por sobre Scocco y Borré en la delantera titular junto a Pratto. Pese a que no convirtió, asistió a Palacios y a Quintero con dos buenas paredes en ambos goles y demostró que su movilidad para conectarse, juntar líneas y penetrar es un arma interesante.

Juan Fernando Quintero, el 3-0 final

Una clara muestra de la necesidad de probar opciones fue la decisión de Gallardo a los 18 minutos del complemento: Borré, Auzqui y Ferreira ingresaron por Quintero, Scocco y Mora. Aunque falló sus dos opciones de gol al apresurarse, el delantero colombiano, goleador ante Racing y Rosario Central, buscó siempre el arco rival y se asoció bien con Auzqui, quien disputó su tercer encuentro del año y se mostró activo y más sereno para elegir (dejó dos veces libre a Borré en el área). En tanto, Ferreira jugó su segundo juego en primera y, aunque le costó la puntada final, encaró siempre a los rivales y le hicieron un penal que no fue sancionado.

Con buenos 90 minutos de Mayada y Casco, y una correcta tarea de Lollo, el 3-0 ante Arsenal fue un pequeño parámetro para un Gallardo que sigue buscando variantes ante la doble competencia, que puede transformarse en triple en la segunda parte del año. En el corto plazo está el duelo del jueves ante Emelec, pero la mirada está puesta más allá.

 

 

 

Fuente: www.lanacion.com.ar

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