Independiente Santa Fe-River, Copa Libertadores: el equipo de Gallardo entró en los octavos de final con la solidez de Franco Armani y Lucas Pratto

River progresó estructuralmente para salir del mal momento. Pero también tiene nombres propios que lo sacaron adelante en situaciones puntuales. Antes fueron Pity Martínez o Ignacio Scocco, por ejemplo. Un poco más cerca la responsabilidad recayó en el arquero Franco Armani. Y anoche fue Lucas Pratto, el delantero por el que tanto insistió Gallardo y por el que los millonarios pagaron una fortuna. El atacante hizo el gol que le dio a River la clasificación para los octavos de final de la Copa Libertadores. Pero si algo dejó en claro el 1-0 ante Independiente Santa Fe fue que cada vez está más sincronizado con el funcionamiento general.

Pratto cada vez se entiende mejor con Pity Martínez, por ejemplo, a la larga la figura. Entre el colombiano Quintero y Pratto armaron la jugada del gol y en sus pies estuvieron las jugadas más filosas en una noche estratégica. River siempre supo lo que quería. Y nada se interpuso en su camino para conseguirlo.

El triunfo del jueves pasado en el Monumental, ante Emelec por 2 a 1, ya le había dado un margen de tranquilidad a River para esta excursión a Bogotá. Antes de viajar sabía que con un empate frente a Independiente Santa Fe se aseguraría un lugar en los octavos de final, y que en el peor de los escenarios, definiría de local ante Flamengo, en la última fecha del Grupo D.

Sin embargo, el conjunto millonario salió a jugar como si los tres puntos fueran vitales. Y eso le permitió mantenerse en alerta en todo momento, con la concentración al 100 por ciento durante los 90 minutos. Porque Santa Fe no fue un hueso duro de roer. El equipo colombiano se jugó anoche sus últimas chances de arribar a la última fecha del Grupo D con posibilidades de avanzar a la siguiente fase. Sin embargo, no lo logró.

Es notable cómo le cambió la vida a River luego de levantar la Supercopa Argentina contra Boca. Esa victoria por 2-0 marcó un antes y un después para los de Núñez. De los 15 partidos oficiales anteriores a la definición en suelo mendocino, ganó cinco, igualó dos y perdió ocho. Por el contrario, desde la final del 14 de marzo a hoy está invicto, con 8 triunfos y un empate, precisamente ante su rival de anoche, en Núñez. Y aunque quedó lejos de la lucha por la Superliga hace tiempo, en un mes y medio pasó de aquel puesto 21 (entre 27 competidores) a ubicarse 12º con un partido menos, y con un pie en la Sudamericana 2019.

Quizás el secreto de este River sea que los objetivos de Marcelo Gallardo están enfocados a largo plazo, con un foco especial en las inferiores y el crecimiento estructural del club. Y, mientras tanto, se enfoca en los torneos de peso. Los que valen. Así fue con la Supercopa y así se da ahora, en la Libertadores.

Estos tres puntos pueden servir como un envión anímico adicional para ir en busca del primer puesto de su zona. Si el 16 de mayo Flamengo no derrota a Emelec en Río de Janeiro, lo habrá conseguido. Y si eso no sucede, podrá definirlo como local el 23 de mayo frente al equipo carioca, en un choque donde tan solo un punto le bastará.

River ya está tranquilo en los octavos de final. Tiene un arquero confiable y un Nº 9 cada vez más acoplado. Si entrar en comparaciones, muchos darían lo que fuera por estar tan sólidos en dos posiciones fundamentales.

 

 

Fuente: www.lanacion.com.ar

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