Sigiendo los pasos de San Martín a caballo

Charlamos con un experimentado guía de montaña, conocedor de los cruces y travesías, realizadas por nuestros máximos héroes.

Martín Miguel Cavallo es Guía de montaña, egresado del Instituto “Coronel Valentín Ugarte”. Fue bautizado con esos nombres, en honor al gran Martín Miguel de Güemes. Lo apasionan la historia argentina, la tradición y los caballos, lo que ha podido unificar en su vida. Nuestra montaña es uno de sus lugares favoritos porque en ella revive, cabalgando, los pasos del Libertador. Desde 2002 brinda charlas de liderazgo enfocadas en la figura de San martín y de Belgrano para empresas.

-¿Desde cuándo trabajás en la montaña?

-Me incorporé al turismo informalmente a los 16 años. A los 20 fui por primera vez a Plaza de mulas llevando cargas, luego asistiendo gente en las expediciones. Con el tiempo fui encargado de la logística de muchos grupos y realicé diez temporadas, durante diez años en el Aconcagua. A la par, fui incursionando en el tema de las cabalgatas. Las primeras que propuse a mis clientes fueron cortas y después comencé a hacerlas temáticas, siempre relacionadas con nuestra historia nacional.

-¿Cuánto hace que ofrecés estas cabalgatas especiales?

-Para dar una fecha aproximada, desde 2003 llevo gente a la montaña bajo mi responsabilidad, porque antes lo hacía para terceros. Es decir, que estoy cumpliendo 20 años de encargarme de esto que tanto me gusta y disfruto. Empecé a aventurarme ofreciendo estas cabalgatas con tintes históricos, porque esa materia de la Secundaria fue la que más aprecié. Recuerdo con mucho cariño las clases de la Profesora Ana Maria Tomasi, de la Escuela Normal. Considero que fue ella una gran fuente de inspiración y admiración para mí. Y rememorar las hazañas de nuestros héroes con gente que me sigue a caballo, me enorgullece.

-¿Cuántas veces has realizado el cruce de los Andes?

-Realmente no lo sé, pero por el Valle de los Patos, por donde cruzó el General San Martín, dirigiéndose a Chile, he pasado ya 36 veces. También he cruzado por otros pasos, como por ejemplo el del Manzano Histórico, el de El Planchón en Malargüe y por Uspallata, aunque este último es demasiado arriesgado y ya no lo hago más.

“Paso El Planchón”

-¿De qué tecnología se dispone hoy y cómo se las arregló San Martín y su ejército?

-Mis grupos se conforman como máximo de 20 personas y actualmente disponemos de todo: caballos, monturas, carpas, comida, agua, mesas, platos, elementos de higiene, botiquín de primeros auxilios, teléfono satelital, camperas de duvet (toda la ropa de material muy liviano), ponchos de agua, etc. Lo que debe llevar cada expedicionario es solamente su bolsa de dormir.

Nuestro General tuvo que contemplar y prever muchísimos detalles. Imagínense avanzar por la cordillera, ganando altura, con 5.400 hombres, 16.000 mulas, cañones, bueyes para llevar los cañones, municiones, comida para los hombres, comida para los animales, ropa de abrigo, etc, etc. Creo que el éxito de la travesía fue la logística maravillosa que tuvo. El contó por ejemplo con milicianos, que iban delante de las tropas para allanar el camino, preparando el terreno de las que iban detrás.

-¿Cómo te hiciste tan conocido por los historiadores?

-Durante el 2020 y el 2021 me hice muy popular, digamos, gracias a un grupo de whatsapp que creé llamado “Historias breves”. Me propuse contarle a la gente, sobre la vida de distintos personajes de nuestra Argentina. Un día les hablaba sobre el General Espejo, otro sobre Necochea, a la semana siguiente sobre Lavalle… Esto provocó un efecto multiplicador y me vi obligado a armar otros cuatro grupos más, para que todos los que me demandaban participar, tuvieran la oportunidad de escucharme. Gente de otras provincias empezó a seguirme también y así mis “Historias breves” cruzaron los mares y fueron oídas en Estados Unidos y España.

Yo no soy historiador, obviamente, pero comencé a ser invitado a dar charlas (por zoom) a esos dos países extranjeros, para personas deseosas de conocer las peripecias, las circunstancias, los objetivos, las complicaciones. He podido darme cuenta de que hay mucha información sobre nuestros patriotas que no nos enseñaron ni enseñan en las escuelas.

Además, esta larga experiencia en la montaña, me ha permitido conocer zonas y lugares que los libros con los que estudiamos solo han “interpretado”. A mí me parece que la mayoría de los historiadores estaban sentados en sus escritorios, leyendo documentos, escribiendo, narrando sin conocer la geografía. Por eso, el poder acompañar y cabalgar junto a estudiosos con ansias de vivenciar lo que significó realmente el cruce de los Andes, me llena de satisfacción.

-¿Qué otros destinos has realizado?

-He seguido también las rutas del General Manuel Belgrano. Cabalgué al igual que él hacia el Paraguay, pasando por Entre Ríos y Corrientes. He estado muchas veces en Curuzú Cuatiá dando charlas sobre las hazañas de don Juan Manuel. He recorrido Tucumán, Salta y llegué tras sus pasos a Bolivia, pero esa vez fue en mi vehículo.

“Soy un buen lector de historia, de historia argentina. Investigo 2 o 3 libros a la vez, aunque confieso que no siempre los termino”

-¿Qué anécdotas o experiencias has vivido?

-La hazaña que llevó a cabo nuestro General, se dimensiona realmente cabalgando en la cordillera. Allí uno puede tomar cabal dimensión de lo que hicieron nuestros bravos patriotas. He visto llorar gente que ni siquiera iba pensando en el tema histórico, pero estando en esos lugares, sintieron una emoción indescriptible. La mayoría de las personas que he llevado son argentinos, gracias a Dios. Hay todavía muchas ganas de conocer y experimentar en carne propia semejante travesía.

He guiado a periodistas extranjeros y también a historiadores bélicos. Una vez tuve como cliente a un historiador francés, cuya misión era realizar personalmente el cruce de los Andes, por ser considerado como una proeza de la humanidad. Este hombre se dedicó a compararlo con el cruce por los Pirineos que realizó Napoleón Bonaparte. La última noche de nuestra cabalgata, me acerqué para contarle porqué lo que hicieron nuestros patriotas, fue único. Le demostré que la cantidad de kilómetros recorridos por su héroe nacional había sido menos de la mitad que implicó nuestro cruce. Le hice recordar que nuestro ejército debió subir hasta los 4.500 metros y que el de ellos alcanzó solo la mitad de esa altura. Que la superioridad numérica de los realistas en Chile que enfrentaron a San Martín era abrumadora y aun así logró salir vencedor y que Napoleón era muy poderoso cuando realizaron la travesía. Finalmente, para rematar mis observaciones, concluí que Bonaparte fue un conquistador, que se apropió de territorios y riquezas ajenas; en cambio nuestro General liberó pueblos y luchó por la independencia de los mismos. Ante tal abrumadora evidencia, admitió la grandeza del bravo correntino.

-¿Proyectos futuros?

-Me falta hacer el Paso de Guana, por donde atravesó nuestro máximo héroe, en la provincia de San Juan, lo cual haré en algún momento. Pero, sobre todo, anhelo seguir contando nuestra historia a las generaciones nuevas, a los jóvenes. Transmitirles lo que me apasiona y me enorgullece como argentino. Quedo a disposición de quienes estén interesados en escuchar hazañas, dificultades, valentía y amor a la patria que vivenciaron muchos de nuestros próceres.

Profesora Alejandra Cicchitti
Columnista de Arte y Cultura
Fb: alejandra.cicchitti
Instagram: alecicchitti

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