Lo que quedó en pie de la Feria de América: el pabellón 24

Los lectores conocerán a través de esta nota un particular trabajo de investigación de un integrante del Grupo Historia y Conservación del Patrimonio, tal como anticipáramos la semana pasada.

Pablo Bianchi es arquitecto por la Universidad de Mendoza y Doctorando en la misma institución. Es Profesor en la Facultad de Ingeniería UNCuyo y Becario en CONICET. Además colabora estrechamente con el Grupo Historia y Conservación del Patrimonio.

¿Cómo abordaste la investigación del pabellón 24, que ya ha sido estudiado antes?

El Pabellón 24 constituyó uno de los capítulos del libro que Memo presentó sobre la Feria de América. La arquitecta Eliana Bórmida es la autora de “Ministerio de Obras Públicas de la Nación. Vestigio Visible” e indagó sobre la única construcción que ha quedado en pie desde ese acontecimiento en 1954.

Yo investigué quiénes fueron los arquitectos que lo construyeron y sus trayectorias profesionales. Gracias a un trabajo que realizó el estudio Trama en 2015 sobre esta obra, se llegó a la conclusión que los autores fueron Luis María Bianchi (quien no tiene parentesco conmigo) y Roberto Quiroz, de la Dirección Nacional de Arquitectura (DNA), dependiente del Ministerio de Obras Públicas de la Nación. Los dos desarrollaron sus carreras mayormente en Buenos Aires.

¿Qué aspectos relevantes se conocen de sus trayectorias y cómo lograste recabar datos?

Roberto Quiroz proyectó la sede de la Fundación Eva Perón, luego Facultad de Ingeniería (1950-1957).  A comienzos de los ´70 diseñó el pabellón argentino para la Exposición Internacional de Osaka, en Japón y proyectó el emblemático Casino de Necochea.

Luis María Bianchi tuvo una destacada labor en la función pública y en la docencia, en la Universidad de Buenos Aires. Participó como responsable de los planes reguladores de Chivilcoy, Tigre, Chascomús y Luján, en la provincia de Buenos Aires. Y por supuesto, como jefe de departamento de la DNA. Además de arquitecto era paisajista, y como tal fue miembro fundador del CAAP – Centro Argentino de Arquitectos Paisajistas.

Pude reconstruir su vasta actuación pública y privada, gracias al aporte de diversas instituciones y a partir de la colaboración de personas que los conocieron, o de sus descendientes directos. Por ejemplo, la Comisión de Arquitectura del CPAU- Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo de Buenos Aires, mantiene un blog con obras destacadas y sus autores, lo que me permitió acercarme a la obra de Quiroz. En el caso de Bianchi, el arquitecto Ramón Gutiérrez del CEDODAL (Centro de Documentación de Arquitectura Latinoamericana), me contactó con María Cristina Bianchi, una de sus hijas, quien me facilitó material y fotografías de su papá. Y en el Centro de Documentación e Investigación de la Arquitectura Pública, que tiene un repositorio virtual, encontré los planos originales del pabellón.

¿Ellos tuvieron participación en otras obras para Mendoza?

Bianchi proyectó también una obra (no construida) en la montaña: un nuevo hotel termal en Puente del Inca, resuelto en la tipología de torre, algo bastante novedoso para ese momento y ese lugar. El proyecto contemplaba además un edificio nuevo para los baños termales, que se iba a construir cerca de los baños antiguos, y se pensaba dotarlo de cabinas individuales y una piscina cubierta con aguas termales, bombeadas desde las vertientes. Pero este proyecto quedó trunco con la Revolución del ´55.

Respecto al Pabellón 24 ¿Qué descubriste sobre la empresa constructora que realizó su montaje?

La documentación histórica me permitió saber que todos los técnicos y profesionales intervinientes en la obra, eran de Buenos Aires. Además, el repositorio digital tenía en guarda fotografías de la maqueta, lo que me permitió completar la información sobre el edificio. Y debo destacar que una empresa mendocina muy importante de ese momento tuvo participación en la provisión del acristalamiento (que jugó un rol muy importante en el edificio), tal como fue concebido originalmente. Se trata de la empresa Ferreti y Corino SRL, que además de este encargo resolvió el aprovisionamiento y colocación de cristales de otras obras importantes de Mendoza, como el ex Banco de Previsión Social (actual Banco Nación), de calle España y Gutiérrez, o los cristales para la Galería Tonsa. Queda por investigar qué otras empresas locales participaron del montaje del pabellón y la provisión de los elementos de madera y acero. Nuevamente el contacto con una descendiente de los empresarios, en este caso la señora Cristina Corino, fue crucial para conocer pormenores del encargo y de la empresa de la que su papá fue socio fundador.

¿Cuál fue la novedad de este edificio y qué características tenía originalmente?

Como se ha adelantado en otras investigaciones, lo novedoso del pabellón fue que, aun cuando se trataba de un edificio pequeño en comparación con otros, adhirió a los preceptos de diseño propios de su momento: racionalidad, empleo de secciones comerciales estandarizadas, economía de recursos y simplicidad en el montaje y ejecución, expresado en el uso de uniones abulonadas o atornilladas

Originalmente se accedía por la planta baja, se recorría la sala inferior, que tenía una única ventana hacia el prado, y luego se continuaba por el espacio circular o “rotonda”, que combinaba una parte en escalera y otra por rampas, hacia el salón de la planta alta, que estaba pensado para mostrar cómo trabajaba la repartición, con mesones de dibujo y paneles donde se exponían láminas con los proyectos, en los muros. Era un gran espacio de planta libre, con aventanamientos hacia el Este y el Oeste, esto se aprecia en la maqueta, mientras que el suelo, los muros y la propia cubierta, tenían una lectura de “cinta” continua que envolvía el espacio.

La fachada Sur, que actualmente tiene una ventana, era originalmente ciega, y tenía un letrero de chapa plegada que ocupaba toda la altura del muro, con las iniciales MOP (Ministerio de Obras Públicas), iluminadas con luces de neón. Luego de circular por la planta alta, se salía por la escalinata, que estaba cobijada en el primer tramo por una placa en voladizo, que actualmente no existe.

¿Dónde puede leerse toda esta investigación?

http://revistas.ubiobio.cl/index.php/AS/article/view/5007

¿Qué investigaciones estás llevando a cabo actualmente?

Actualmente estoy finalizando mi tesis doctoral sobre el tema del turismo en Mendoza, leído desde la arquitectura y las representaciones sociales, en la primera mitad del siglo XX. Este estudio me permitió indagar en la modernización de la cordillera mendocina, ocurrida luego de la llegada del ferrocarril, con el desarrollo del termalismo devenido luego en turismo, avanzada la década del ’20 y en la arquitectura hotelera: quiénes podían tomar vacaciones, durante cuánto tiempo, qué actividades se ofrecían en los hoteles, cuáles eran los espacios destacados de sociabilidad.

Alejandra Cicchitti

Diario Mendoza Sur

http://dialradio.tv

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