El piano presentado por un gran músico y docente

En esta ocasión presentamos el piano, uno de los instrumentos más conocidos de la orquesta, pero desde la perspectiva de un profesor admirado y querido por muchos músicos.

Gustavo Gatica se graduó con la Licenciatura en Piano en la Facultad de Artes y Diseño de la UNCuyo con los maestros Juan Salomone e Isabel Calvo. Perfeccionó sus estudios en Buenos Aires y Santiago de Chile y con numerosas m cxasterclass de maestros extranjeros en Europa en 1999. Luego obtuvo la Maestría en Interpretación de Música Latinoamérica del siglo XX. Ha realizado una vasta carrera como pianista solista, músico de cámara y como solista con Orquestas en diferentes ciudades de Argentina, Chile, Venezuela y México.

¿Desde cuándo tocás el piano?

Desde pequeño cantaba todo lo que escuchaba en la radio, me armaba instrumentos caseros y me acompañaba, hasta que convencí a mi madre a los 6 años para que me enviara a estudiar piano de manera particular. A los 11 años ingresé en la Escuela Superior de Música gracias a la intervención de los maestros Marcelo Coltro y Jorge Fontenla.

¿Desde cuándo la docencia es parte esencial de tu vida?

Comencé a dar clases desde mi época de formación, aunque la oportunidad para trabajar formalmente como docente se dio inmediatamente después de dar mi examen final de carrera. Ingresé por concurso en el Departamento de Música de la Universidad Nacional de San Juan en 1985 donde dicté clases en la cátedra de Piano por casi 28 años. Paralelamente a la enseñanza y a la preparación de mis conciertos sentía la necesidad de investigar y perfeccionarme en la pedagogía musical. Es así que continué estudios en Santiago de Chile con Caroline Blondet de la Universidad de California y en Buenos Aires en el Collegiun Musicum. En esos ámbitos se analizaba una reactualización de metodologías modernas como Dalcroze, Martenot, Suzuki, entre otros. Allí descubrí recursos y herramientas para aplicar al trabajo pedagógico en la etapa inicial, que es la más compleja y la más determinante, para asegurar una base sólida en la preparación de un músico pianista. Con este respaldo de formación y la misma experiencia de la práctica docente de tantos años, concreté la creación de mi Estudio de Música en 1992 abocado a la formación de niños y jóvenes pianistas en Mendoza, paralelamente a mi actividad docente en San Juan.

¿Qué experiencias has recibido a lo largo de tantos años de enseñanza?

La enseñanza ha colmado de alegría gran parte de mi vida. No me ha importado postergar mi propia práctica diaria para trabajar con aquellos alumnos avanzados que preparaba para presentarse en diferentes recitales, o a certámenes en extensas jornadas hasta los fines de semana inclusive. Me ha dado mucha felicidad que ese esfuerzo se haya visto reflejado en tantos logros por parte de muchos estudiantes que recibieron distinciones en muchos concursos Nacionales e Internacionales de piano.

¿Cuál ha sido tu cosecha de artistas?

Tanto en el ámbito institucional como desde mi Estudio privado creo haber hecho un aporte interesante en la formación de jóvenes pianistas. Muchos de ellos comenzaron a los 5 o 6 años de edad y en la actualidad finalizaron sus estudios en el exterior (en Estados Unidos y Europa) desempeñando notables carreras. Otros a nivel local, ya han egresado de la Universidad o se encuentran a punto de finalizar sus estudios con otros maestros o desarrollándose en otras disciplinas musicales. De los más talentosos que realizan hoy carreras destacadas, podría destacar entre otros a Ramón Catalán, Flavia Carrascosa, Matías Sánchez, Mariano Colombo, Michel y Joel Reynoso, Denis Di Marco, Lucía Caruso, Leonardo Pittella Lahoz, Julián Salcedo Elías, Alfonso Giunta y a Joaquín Gutiérrez (el violista que fue entrevistado por ustedes).

¿A qué se debe tu pasión por la docencia?

Creo en el poder de la música y en las posibilidades de modificación del ser humano en el sentido estético. Las investigaciones recientes y los estudios interdisciplinarios apuntan a los efectos que produce en la personalidad y en la identidad de las personas. Me ha apasionado siempre observar e investigar el desarrollo y la evolución de cada estudiante en la adquisición de habilidades psicomotrices, cognitivas, creativas y emocionales. Para ejercer la docencia en un mundo que cambió, hay que estar atentos a los desafíos que implican el cambio de paradigmas socioculturales y actualizarse permanentemente.

¿Alguna anécdota personal que quieras compartir?

A los 11 años cursando mis estudios primarios en el colegio San José de los Hermanos Maristas, pasó por allí el Maestro Marcelo Coltro y me seleccionó para formar parte del Coro de Niños de Murialdo, agrupación con la que realizamos giras por todo el país, Estados Unidos y Europa (tocamos en el Vaticano frente al Papa Juan Pablo II). Con un trabajo intensivo y cuidadoso de su parte, me dio la responsabilidad de tener a cargo muchos roles solistas de grandes autores, que canté con la Orquesta Sinfónica de la UNCuyo, bajo la dirección del Maestro Jorge Fontenla. El, un gran director de orquesta y pianista consagrado, le recomendó a Coltro mi ingreso en la Escuela de Música para formarme profesionalmente en el piano. Así fue como a los 11 años ingresé en el Ciclo preparatorio hasta completar mi formación Superior.

¿Cuáles son tus proyectos actuales?

Desde 2006 soy docente en el Departamento de Carreras Musicales de la Facultad de Artes y Diseño de la UNCuyo y me encuentro abocado a las clases, al estudio del instrumento y a la generación de contenidos virtuales.

¿Qué consejos le darías a alguien que quiera aprender a tocar el piano?

Que comience a estudiar piano lo antes posible y a abocarse al asesoramiento de un buen maestro para tomar clases. Los contenidos virtuales, si bien son novedosos y provechosos, no completan el proceso de enseñanza-aprendizaje, ya que los tutoriales son informativos y no formativos. La guía presencial de un docente es insustituible e indispensable. Otra recomendación sería evitar la ansiedad de obtener logros inmediatos, ya que todo se logra con esfuerzo y perseverancia. Por eso hay que evitar la búsqueda inmediata de éxito.

Alejandra Cicchitti 

Diario Mendoza Sur

http://dialradio.tv

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