Colombofilia y palomas mensajeras en Mendoza

Estas aves han prestado sus servicios al hombre desde tiempos inmemoriales y hoy continúan surcando los cielos del mundo. Quisimos conocer sobre ellas y su presente.

Charlamos con Claudio Pubill, miembro de la Comisión Directiva de la Asociación Colombófila “Alas Benjamín Matienzo” de la ciudad de Mendoza, quien nos contó muchos y variados detalles interesantes.

¿Cómo empezó tu relación con las palomas mensajeras?

Desde los 16 años tengo palomas mensajeras. Soy “colombófilo”, criador y entrenador con fines deportivos. Conocí la actividad durante una competencia de regularidad que organizaba el Club Andinista Mendoza. Pasados tres años, seguí asistiendo al club y pregunté de quién eran esas aves. Me contactaron entonces con quien fue mi mentor en la actividad, el señor Roberto Sánchez. Comencé criando algunas que me prestaron y de a poco me introduje en este apasionante y desconocido deporte. Con los primeros pichones que crie, competí y ya nunca me aparté de las palomas. Cada día sigo aprendiendo y compartiendo con mi familia y amigos esta hermosa actividad.

¿Desde cuándo existen las palomas mensajeras?

Estas aves han estado presentes desde las primeras civilizaciones. Ya en el antiguo Egipto se encontraron registros confirmando su existencia. Han sido parte de la historia de la humanidad, llevando mensajes durante las guerras y han sido usadas por correos y empresas.

“Portamensajes del Ejército”

En nuestro país se introdujeron desde Europa. El 15 de agosto de 1886 llegaron a Buenos Aires, en el Vapor Senegal, los colombófilos belgas Emilio Duvivier y Pedro Van den Zander. Ambos traían palomas y se reconoce esa fecha como el inicio de la colombofilia argentina. Así las aves fueron haciéndose conocidas entre los vecinos de estos criadores y poco a poco su práctica se expandió por todo el territorio. Debido al crecimiento de adeptos, se fundaron distintas sociedades y hace más de 135 años se creó la “Federación Colombófila Argentina”, en la ciudad de Buenos Aires.

A nuestra provincia arribaron en la década del 40. En 1944 se fundó la primera sociedad, a la que pertenezco, llamada “Alas Benjamín Matienzo”. Existen además otras dos asociaciones en San Rafael: “Colombófila Sanrafaelina” y “Mensajeros del Aire”. Hoy Mendoza cuenta con colombófilos en casi todos los departamentos y nuestra sede de Capital posee alrededor de 50 asociados.

“Premios de la Asociación Alas Matienzo”

¿Qué es la colombofilia?

Es el arte de criar y adiestrar palomas de raza mensajera, para que regresen a su palomar desde distintas distancias y lugares, lo más rápido posible. Esta actividad que existe hace tanto tiempo, tuvo su apogeo durante las dos Guerras Mundiales. La tarea que ellas llevaron a cabo fue de tal importancia, ya que ayudaron a salvar muchas vidas, que fueron reconocidas y condecoradas por los ejércitos que las utilizaron.

En la actualidad son empleadas solamente para fines deportivos y están protegidas y reguladas por la Ley nacional N° 27171 y la Ley provincial N° 7792. Además son controladas rigurosamente en nuestro país por SENASA.

¿Qué tienen de especial estas aves?

Es importante aclarar, que las palomas mensajeras no son las que vemos en las plazas o techos; ellas tienen desarrollado el sentido de la orientación, lo cual les permite volver al palomar desde distintos lugares y distancias. Pueden desarrollar velocidades que, dependiendo de los vientos, varían entre 80 km y 130 km. Han sido reconocidas por ley como deportistas. En la actualidad solo vuelan en carreras y participan en eventos nacionales donde se sueltan aproximadamente 20.000 ejemplares que deben lograr recorrer 1000 km.

Cada paloma mensajera posee un añillo identificatorio en una de sus patas donde se consigna el país y año de nacimiento y un número, similar a nuestro DNI. Además, las que participan en competencias, portan en la otra pata un chip para poder controlar con nueva tecnología, el horario de arribo y así saber cuáles son las ganadoras.

¿En qué consiste el adiestramiento de estas palomas?

Un detalle importante para compartir es su especial alimentación.  La misma consiste en una mezcla de granos, maíz, trigo, sorgo, arvejas, girasol, cebada, soja y varían entre hidratos de carbono, grasas y proteínas. En lo concerniente al entrenamiento, cuando son pichones y tienen entre 24 y 26 días de vida, se las desteta y se las coloca en la división del palomar que tenga la entrada al mismo. El adiestramiento comienza haciendo que ingresen solas y después de unos días, se las suelta para que comiencen a conocer el entorno y los techos. De a poco volarán algunos metros y se les irá incrementando la distancia y el tiempo, para que alcancen unos sesenta minutos diarios. Luego el colombófilo las llama con un silbido para que bajen y retornen al palomar. Ellas entrarán inmediatamente y se les dará de comer y de beber. Después de alimentarse, quedarán en reposo dentro del palomar y al otro día se realizará el mismo entrenamiento. El término “las palomas” es genérico, ya que existen obviamente machos y hembras.

Los palomares cuentan con instalaciones que permiten mantenerlas separadas por sexo y cuentan con percheros y rejas que previenen enfermedades. En los bebederos instalados, se les proveen remedios y vitaminas para mantener la sanidad del plantel.

¿Qué tipos de competencias existen?

Algunos detalles que quisiera remarcar es que todas las carreras se extienden desde la suelta de las palomas hasta la llegada de cada una de ellas a su palomar. Además, la colombofilia se practica en casi todos los países del mundo y cuenta con expertos que viven de las competencias en las que participan, aunque no es nuestro caso. Hay competencias mundiales y también las tenemos a nivel nacional.

En Europa se corre la “Barcelona” todos los años y se sueltan entre 70.000 y 80.000 palomas. Los argentinos contamos con 135 años de práctica, pero solo desde hace algunos años existen carreras nacionales bien difundidas. Una de las primeras, tuvo su punto de larga en Buenos Aires, la conocida como “Obelisco” y debido al éxito de la convocatoria, el epicentro se trasladó a “Campo de Mayo” y así se llama desde entonces. Ese lugar fue escogido porque en esa dependencia del Ejército, pueden recogerse y soltarse la gran cantidad de aves que se suman cada año. En nuestro país podemos participar también en otras carreras como la “Zapala” (Neuquén), la “Curuzú Cuatiá” (Corrientes) y la “Merlo” (San Luis).

“Palomar del Ejército argentino en Campo de Mayo”

Cada paloma que gana estas competencias, da un cupo a su criador para colocar 2 pichones y participar así en la preselección argentina. Estos pichones deben ser enviados un día fijado para que el Jurado elija las 25 aves que nos representarán en Europa y otras 25 en Latinoamérica. Es importante destacar que Argentina ha estado muchas veces en los primeros puestos. En 2014, el Mundial tuvo su sede en Hungría y la Argentina obtuvo el título del Campeonato Mundial por equipo y el Subcampeonato Mundial individual, con una paloma mendocina, del departamento de Maipú y su criador Julio César Ortiz.

“Julio César Ortiz. Subcampeón Mundial. Hungría 2014”

___________________________________________________________

Carlos Sánchez, es un experto colombófilo mendocino, ganador de premios y nos contó sobre su pasión:

“A los 14 años tuve mi primera paloma y desde 1962 retomé la actividad con ellas, la cual nunca he dejado. Personalmente creo que la colombofilia, aunque es un deporte muy sano, es como un virus, no tiene cura y la practicaré hasta mis últimos días. Es algo que nunca se abandona, porque uno ve crecer el pichón, nota sus mejorías, sus progresos y siente el amor que el ave tiene por su palomar. Es un animal muy noble, siempre regresa, dependiendo de las condiciones del cielo y uno siempre las espera. Cada carrera, aunque implique 200 km o 1000 km, son un desafío para la adrenalina del colombófilo. Yo me olvido del mundo, de las preocupaciones, solo me importa observar el cielo y disfrutar de la alegría al verlas retornar”.

“Trofeo de la Carrera Obelisco 2010. Fueron 970 km recorridos por su paloma”

 

_______________________________________________________________________________
¿Qué se realiza a nivel provincial?

En nuestra Sociedad “Alas Benjamín Matienzo”, realizamos un Campeonato que comienza con carreras de 180 km. Se van aumentando las distancias hasta alcanzar a recorrer 1040 km. La inversión que representan estas carreras y sobre todo las nacionales es importante. Cada criador debe afrontarlas muchas veces en forma personal y otras reuniéndose con colegas para solventar variados gastos. Deben ser transportadas en camiones especiales, con choferes autorizados, con las vacunas al día, etc.).

¿Alguna anécdota?

Tengo una linda experiencia y muy reciente para compartir. Para el acto del 25 de mayo pasado, prestamos unas palomas a los alumnos de la Escuela “Capitán de Fragata Pedro Giachino”. Se las llevamos al colegio y las soltaron en un momento importante de la fiesta. Ellos anticipándose a la suelta, escribieron notas en pequeños papelitos que colocaron en sus portamensajes. Ellas regresaron a sus palomares y al día siguiente, enviamos fotos a la escuela de los agradecimientos que recibimos en las patas de nuestras aves. Creemos que es una buena forma de contribuir con la sociedad y estamos acostumbrados a prestarlas para buenos fines.

¿Algún dato final?

Para quien practica la colombofilia, esta actividad se convierte en una pasión. Si quieren conocer más acerca de ella, les dejo aquí nuestras páginas: www.fecoar.com.ar  –  Facebook “palomasmensajerasmendoza”

 

 

 Alejandra Cicchitti Antigüedades 
Tel: 0261 423-2640
Fb: Alejandra Cicchitti Antigüedades
Jorge A. Calle 790 – Ciudad, Mendoza.

Publicaciones Similares